En abril pasado, Mayrín Villanueva dedicaba a su hija, Romina Poza, las palabras más emotivas ante su debut como actriz de telenovelas en el melodrama Vencer la Culpa. El logro de la joven no solo fue reconocido por su familia, pues con el paso de los días el público televidente también aplaudió su talento frente a las cámaras gracias a su interpretación del personaje de Yaneli. Sin embargo, llegar a ese punto no fue nada sencillo para Romina, quien según confiesa atravesó por una ola de inseguridades y su madre estuvo ahí para poder alentarla a seguir adelante. Agradecida, relata parte de ese proceso y de cómo logró vencer la barrea de los temores, un asunto que le permitió conocerse así misma desde otros ángulos y ser consciente de sus capacidades.
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El miedo pudo haber frenado sus sueños
Con el corazón en la mano, Romina habló de la manera en que todo comenzó a tomar forma cuando por su mente la idea de ser actriz se impuso ante todo, un periodo de profunda reflexión y de fuertes sentimientos. “Para mí fue un proceso difícil de aceptar que quería ser actriz, tenía mucho miedo de aceptarlo y tenía limitaciones que no me dejaban avanzar y pues yo solita me estaba haciendo historias como que no me iba a dedicar a la actuación, que yo iba a hacer otra cosa, que no iba a ser como mi familia…”, dijo en entrevista para la cámara de Televisa Espectáculos. “Venir de una familia así, luego que mi hermano que es más chico empezó antes, también a mí me movía muchas cosas y la más grande de esas era miedo…”, confesó la joven, quien hoy asume la circunstancia con mayor claridad.
¿Cómo alentó Mayrín Villanueva a su hija?
En medio de la confusión y de las indecisiones, Romina recuerda cómo su mamá, Mayrín, tomó las riendas de la situación para ayudarla a continuar y sentirse desalentada, palabras que marcaron un antes y un después en su vida. “Un día mi mamá me sentó y habló conmigo y me dijo: ‘A ver, te está pasando lo mismo que a mí, entonces inténtalo, los vas a hacer muy bien, hazlo y vas a ver que te va a salir, cree en ti’. Desde esa vez dije: ‘No tengo nada que perder, si no funciona hay muchas cosas que puedo hacer’…”, confesó la actriz, dando el merecido reconocimiento a su madre, quien ha permanecido muy pendiente de su proceso, al igual que de su hermano Sebastián, quien debutó en la televisión siendo apenas un adolescente.
Su fuerte complicidad con Mayrín
Si algo llena de total orgullo a Romina es la enorme complicidad que mantiene con su madre Mayrín, con quien mantiene un fuerte lazo de confianza. De hecho, para ella es una circunstancia extraordinaria, valorando al máximo esa conexión afectiva que va más allá de lo convencional. “La verdad mi mamá es mi mejor amiga, mi mamá, mi compañera de vida más leal. Hemos recorrido un camino de madre e hija hermoso que la verdad soy muy afortunada de tener. Siempre le digo: ‘Yo no sé cómo le hiciste, porque yo si tengo hijos quiero tener la relación que tú tienes conmigo’, y no puedo entender qué hizo para yo tenerle la confianza absoluta como si fuera mi amiga…”, explicó durante la reveladora charla.
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En otro momento, Romina ahondó en lo mucho que ha logrado crecer gracias a los consejos y a la guía de su mamá, a quien describe con los mejores adjetivos. “Es algo hermoso, es algo que para mi madurez y crecimiento personal me ha ayudado infinitamente, verla así de cerquita con esa confianza es de los regalos más bonitos que tengo. Es una mujer hermosa, es muy fuerte, todo lo que admiro hacer y aspiro a ser en esta vida…”. Así mismo, compartió cómo fue que festejó a Mayrín en días pasados por su reciente cumpleaños, un instante tan especial que disfrutaron en familia. “La festejé el sábado y el domingo en la mañana también fui a desayunar con ella y la festejamos muchísimo, con muchísimo amor…”, expresó feliz la joven actriz, motivada por los nuevos retos que está por asumir.