David Beckham es una de las figuras más mediáticas que ha dado el fútbol en todo el mundo. El británico logró convertirse en toda una estrella en la cancha al jugar en los clubes más famosos, pero no solo ha sido un ícono en el mundo del deporte, sino también un referente en la industria de la moda y los negocios. Casado desde hace 24 años con Victoria Beckham (antes Victoria Adams), el exjugador vive una vida de lujos junto a ella y sus cuatro hijos, pero las cosas no siempre fueron así, pues él creció en una familia modesta. Dados sus orígenes humildes, ¿qué habrá sido lo que se compró David con su primer gran sueldo? Ese misterio acaba de revelarse.
David Edward Alan Beckham, padre del astro, trabajaba como instalador en una empresa de gas, y su madre, Sandra Georgina West se desempeñaba como peluquera. Su vida bien pudo haber sido la de cualquier chico que vivía a las afuera de Londres, pero el destino le tenía preparado a David cosas muy grandes. Todo ello ha sido recopilado en un documental que Netflix estrenará el próximo 4 de octubre.
El exfutbolista de 48 años se ha puesto frente a la cámara para narrar junto a algunos excompañeros, amigos y por supuesto su esposa Victoria Beckham, cómo fue su trayectoria futbolística, desde su niñez, hasta la cima en la que hoy se encuentra, siendo uno de los propietarios del club Inter Miami.
Aunque hoy posee una fortuna estimada de 450 millones de dólares, antes de convertirse en una estrella del fútbol británico, David usaba la furgoneta de su padre para transportarse desde el barrio obrero de Leytonstone en el que vivía, hacia cualquier lado. Pero cuando ganó su primer sueldo considerable eso cambión, pues se compró un Porsche 911 color azul eléctrico, el cual se convirtió en uno de los coches más llamativo de entre los jugadores del Manchester United.
“Amante de las cosas bonitas”, es como el mismo David se describe en un adelanto del documental. Además de sus ingresos obtenidos directamente por su desempeño como futbolista, Beckham pudo sacar provecho a su privilegiado físico, pues también trabajó como modelo. En su primer contrato publicitario, se convirtió en imagen de una crema para hombres, y decidió seguir consintiéndose a sí mismo con su dinero, esta vez fue un Rolex de oro. “Me encanta comprar, me encantan los coches, los relojes…” y la ropa, pues otra de sus siguientes compras fue una exclusiva chaqueta de cuero de Gucci.
Sus compras de lujo le cobraron factura
Esta forma de gastar en artículos de lujo llegó a poner a David en una situación de poca liquidez, como bien lo recuerda un excompañero y amigo. “David recibía su sueldo un viernes y se lo gastaba todo el sábado y después se pasaba toda la semana esperando el siguiente sueldo para comprarse otra cosa”, contó Phil Neville, exjugador del Manchester United. “Tenía dinero y se lo gastaba mientras que yo lo guardaba para cuando no hubiera, a modo de pensión”, agregó el exfutbolista, quien sigue manteniendo una buena amistad con Beckham.
Con una cuenta bancaria casi en ceros, a David le llegó la oportunidad de firmar un jugoso contrato con Adidas, dinero que destinó en su totalidad para un BMW M3 descapotable de color azul.