A sólo unos días de que América Guinart y Álvaro Favier celebren sus primeros tres meses de casados, la tapatía compartió detalles de su nueva vida y de la dinámica familiar. Después de más de 10 años de relación, a finales de junio, la pareja unió su vida en matrimonio en una espectacular boda realizada en un lujoso hotel, con vistas a playa La Manzanilla, en Jalisco. Encantada de poder compartir con los suyos su felicidad, América narró, en entrevista para el programa Ventaneando, cómo es la relación entre su ahora esposo y sus tres hijos: Álex, Camila y América. Después de aplaudir la presentación de su primogénito en Las Vegas, la tapatía compartió detalles de sus días como recién casada: “Ha sido padrísimo, yo estoy muy contenta”, confesó a la cámara del programa comandado por Pati Chapoy, donde también aprovechó para desearles lo mejor a Valentina y Emiliano, hermanos menores de sus hijos, quienes, recientemente, realizaron su lanzamiento musical bajo el concepto de Tinu x Emi.
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Feliz de poder compartir con sus hijos y con sus nietas esta nueva etapa, América resaltó que debido a que ella y su novio sostuvieron un noviazgo por más de una década, la relación entre los chicos y su ahora esposo es espléndida y siempre lo ha sido así: “Mis hijos, en primer lugar, son unos niños súper respetuosos y educados que siempre han sido unos tipazos con Álvaro y Álvaro también ha sido un tipazo con ellos, entonces, esa buena relación de respeto, de cordialidad y de cariño, entre mis hijos y Álvaro, que siempre ha sido recíproco”, puntualizó. Guinart resaltó que los aspectos más importantes que tomó en cuenta para llegar a casarse con Favier fue precisamente el gran cariño que le tiene a sus hijos. La tapatía calificó la relación entre sus seres amados como un obsequio de la vida: “Es un premio para mí”, dijo.
Durante su encuentro con Ventaneando, América aprovechó para aclarar por qué no pudo estar presente en el lanzamiento musical de Valentina y Emiliano Fernández, realizado hace un par de semanas en la Ciudad de México: “Valentina me invitó, pero yo no pude asistir, porque me fui con Álex, ese día a grabar el video y al día siguiente Camila cantaba con el Vargas (mariachi) en Guadalajara. Supe que se lanzaron y ojalá les vaya muy bien”, aseguró. Sobre las carreras de sus hijos Álex y Camila, la tapatía aseguró que son chicos muy disciplinados que trabajan duro para mantener el nivel de la dinastía a la que pertenecen: “Yo creo que a veces la gente espera más de ellos y les exige más, porque vienen de una dinastía de mucho talento. Yo sé que mis hijos tienen el talento, pero obviamente tienen que irlo demostrando poco a poco”, señaló.
Su boda de ensueño
Durante muchos años, América Guinart había expresado públicamente sus razones por las cuales no estaba entre sus planes casarse; sin embargo, cuando nacieron sus nietas, Cayetana y Mía, la perspectiva de la vida le cambió y descubrió que lo correcto era hacerle caso al corazón y disfrutar de un matrimonio feliz: “Yo no quería renunciar a ese sueño de tener un compañero, de poder tener una familia, con un compañero al lado, porque yo siempre he pensado que, a veces, te puedes volver inconscientemente, una carga para tus hijos cuando no tienes una pareja. Siempre tuve claro que quería estar acompañada y quería rehacer mi vida”, comentó América en un sincero live que realizó en Instagram donde también compartió detalles del enlace: “La boda fue un evento de tres días: el primer día, tuvimos un ritual espiritual en el que se habló mucho del universo, de la tierra y de Dios, usando los cuatro elementos ahí en el mar. Al día siguiente día tuvimos la boda espiritual, tuvimos un sacerdote, aclaro, nos dio solamente una bendición como pareja y después vino el juez, fue una ceremonia hermosa”.
El flechazo con su esposo
Como nunca, América se abrió de capa con sus seguidores a quienes le contó cómo fue que su vida y la de su ahora esposo se cruzaron: “Tenemos un amigo en común, que lo invité como testigo a la boda, eso fue muy significativo para mí, porque él fue quien nos presentó. Él es primo hermano de mi mejor amiga y era amigo de Álvaro, en un momento me dijo: ‘Conozco un chavo que yo creo que es para ti’. Nunca acepté una cita a ciegas o solos, la primera vez, llegó a un desayuno en el que yo estaba con mis amigas, fue la primera vez que lo vi. Después salimos un grupo de parejas a cenar y pude platicar más con él, ahí me di cuenta de que era una súper persona, pero decidí llevármela tranquila”, recordó América quien confesó que su marido esperó mucho para el primer beso: “Yo saliendo con él, me tardé casi cuatro meses en darle un beso, pobre”, comentó divertida.