Carlos Rivera se encuentra viviendo un momento muy dulce de su vida personal. pues hace unas semanas se convirtió en papá junto a su esposa Cynthia Rodríguez . En medio de esta etapa tan feliz, el cantante mexicano ha recordado una de las ausencias más notorias en su vida: la de su propio padre. Y es que hace un año, mientras se encontraba en España por motivos de trabajo recibió la noticia del lamentable y repentino fallecimiento de su padre, el señor José Gonzalo Gilberto Rivera.
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“Y aunque llore y vuelva a llorar, nunca va a ser suficiente ni será. Y aunque el tiempo pueda pasar no te olvido ni te quiero olvidar, porque hay almas que jamás se soltarán…”, escribió Carlos en su cuenta de Instagram al compartir una linda postal en blanco y negro en la que se le veía abrazando fuertemente a su padre. El intérprete de Otras Vidas precisó en su post que esta postal fue tomada en su natal estado de Tlaxcala.
“Un año entero sin ti, papito. Donde quiera que estés, te amo para siempre”, agregó el cantante en su publicación, la cual recibió numerosas muestras de cariño de sus seguidores, incluidas las de celebridades como Maribel Guardia, quien meses atrás perdió a su hijo José Julián.
La dura pérdida de su padre
“Uno nunca está preparado para despedirse de las personas que amas, pero menos cuando es repentino. A pesar de que mi papá tenía Parkinson desde hace muchos años, lo tenía muy estable y él todavía podía valerse por sí mismo. Le dio un infarto fulminante”, explicó contó Carlos en marzo en el programa mexicano Ventaneando (TV Azteca).
El cantante, que poco antes había celebrado sus nupcias con Cynthia Rodríguez, estaba fuera de México cumpliendo compromisos profesionales. “Estaba en España, estaba en Tenerife y fue la pesadilla más grande. Me llamó mi hermana, en un principio me dijo que se había caído y que no reaccionaba y después ya me dijo: ‘No, fue un infarto y ya no hay nada qué hacer’”, recordó.
Carlos contó que la noticia lo dejó en shock y que fue su esposa quien se encargó de ayudarlo a regresar a casa. “Literalmente me quedé mudo, no podía hablar, sólo recuerdo que estaba con Cynthia al lado y tuvo que tomar el teléfono, porque yo ya no podía hablar. Yo sólo podía decir: ‘Un avión, necesito salir de aquí, necesito llegar a ver a mi papá’”, recordó.
“Fue súper complicado, porque fue de sábado a domingo y no lográbamos conseguir algo para regresar, milagrosamente, había un vuelo de Tenerife a Nueva York, de ahí mandamos un privado que me llevó a Puebla para llegar lo más rápido posible. Yo llegué al otro día a las 10 de la noche del otro día, fueron las horas más difíciles y más complicadas de mi vida”, admitió. “Lo único que le pedía a mis hermanos es que me esperaran que no hicieran nada sin que yo llegara, al final decidimos que cremarlo era la mejor opción y le hicimos una misa en la casa”, contó.