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La promesa de Adamari López y Toni Costa a su hija Alaïa, de siempre estar a su lado sin importar nada, es algo que ambos cumplen con el corazón. A pesar de haber tomado caminos separados, la presentadora y el bailarín llevan una muy buena relación que les permite compartir los momentos más importantes en la vida de su hija. Por ello, este lunes Toni y Adamari acompañaron muy felices a la pequeña en su primer día de clases, para desearle lo mejor y lograr que Alaïa tenga los mejores recuerdos de su infancia.
© @alaiaLos tres iban en el mismo auto conducido por ella, con Toni como copiloto y Alaïa muy emocionada en le asiento trasero. “Está nerviosa y emocionada. Como todos los años vinimos a traerla, aquí está papá”, comentó la también actriz. “Diviértete, más tarde venimos por ti. Disfruta mucho”, dijo mamá antes de que la niña bajara del auto para ingresar al colegio.
Adamari y Toni se quedaron solos en el auto y mantuvieron una conversación llena de recuerdos, dejando ver que entre ellos no existe nada de rencor. “¿Emocionado, Toni?”, pregunta Adamari. Y él responde que sí y cuenta cómo recuerda su primer día de escuela. “Me arrancó el brazo la maestra”, dice en broma, causando la risa de su exprometida. “No quería ir... Era un terror, me marcó de por vida”, agrega.
Este tipo de historias son las que han causado mucha curiosidad en Alaïa en días recientes y se las ha preguntado a mamá, pero Adamari poco recuerda de su ingreso al tercer grado. En cambio, Toni lo tiene más presente pues fue en el tiempo en el que hizo la Primera Comunión, un Sacramento que Alaïa tomó hace unos meses.
El amigo que Alaïa quería en su clase
En su charla, mamá y papá comentaron la emoción que sentía su hija al enterarse de que en su nuevo grupo de compañeros estaba el niño que con quien Alaïa tanto deseaba compartir el curso. “Está muy contenta porque, ¿con quién le tocó, papá?”, dice Ada mientras Toni intenta evadir la pregunta con humor: “No sé de qué me estás hablando”.
Ambos coinciden en que es su mejor amigo, y explicaron el porqué de la emoción de su hija: “Tiene un amiguito que ella quería que le tocara en el primer día de clases y quedó súper contenta. Lo demás no le importaba. Quién más estaba en el salón, no le importaba”, cuenta Adamari. “Ya crecerá”, dice Toni con ese sentimiento que sólo los papás de nenas entienden al ver el primer crush de sus hijas.
Adamari, mirando hacia el futuro, comenta que cuando crezca su hija tendrá más amigos y Toni ya no puede con ese escenario en el que su pequeña se convierta en una señorita. Al menos no por ahora.
