Lili Estefan, en su posado más familiar, nos revela todas sus verdades: su presente amoroso, sus hijos y el futuro de su carrera en la TV

Bien, no puedo estar más bendecida. Ha sido un año espectacular desde que comenzó y han sido 25 años espectaculares con ‘El Gordo y la Flaca’, recuperada de toda la tormenta que viví hace cinco años y medio, feliz, contenta, más fuerte, más sabia... muchas cosas buenas de verdad. Todo muy positivo.

¡Sí! Es directamente a Raúl y a mí. En el mercado hispano nos cuesta [obtener ese reconocimiento] en Estados Unidos. Un reconocimiento como este es increíble... estaba conversando y la ha recibido Cristina Saralegui –en la categoría de televisión– la recibió también don Francisco en el año 2008 y estábamos contando los años y yo digo, ‘yo creo que hace 15 años nadie en la televisión hispana recibe este reconocimiento en el que, al final, es el monumento más importante que tiene la ciudad de Los Ángeles’.

He llenado esa planilla [para la obtener la estrella] por tantos años, la he mandado en tantas ocasiones y nadie nunca te responde. No sabes si llegó bien o si no llegó… cuando miras atrás, y yo que comencé siendo una niña de 19 años en la tele, acabadita casi de llegar de Cuba, jamás me pasó por la mente que algún día podría obtener esas estrellas que yo vi cuando tenía 15 años y que las vi por primera vez en Los Ángeles, y eran una cosa tan inalcanzable, que verme ahora que en el año 2024 Raúl y yo vamos a estar ambos recibiendo en esta doble ceremonia, porque en el mismo día será para él y otra para mí. Es una bendición.

Incluso, molesto a mi hijo que vive en Los Ángeles. Le digo, ‘Mi amor ahora puedes llevar a una muchachita a caminar por la calle y decir aquí está la estrella de mi tío, de mi tía... ¡Ay! y por aquí la de mi mamá (risas)’. Y me dice, ‘Mamá, jamás voy a hacer eso’. Creo que ellos me ven tan mamá que estos procesos no los entienden.

No lo veo, y ese es el problema que estamos teniendo en la televisión, porque creo que las nuevas generaciones lo van a ver todo en el teléfono, en pantallas digitales. Esto ha cambiado a una velocidad tan fuerte, que nadie ha logrado entender cómo hacer el cambio porque al final las redes sociales tienen todo el contenido de la televisión, pero no sabemos medir de verdad cuántas personas nos están viendo. Y al final, creo que no importa si nos ven en una pantalla que vaya directamente a la antena del satélite o si nos están viendo en un teléfono. ¿Cómo juntar estos dos medios? Creo que eso es lo que no se sabe.

Creo que tener esa paciencia, la calma, la disciplina y lo que toma poder mantenernos tantos años haciendo lo mismo es lo que yo no veo en esta generación. Creo que esta juventud tiene tantas posibilidades, tantas avenidas que ¿alguien aguantará los años que hemos aguantado nosotros ahí? Tienen tantos caminos donde pueden hacer lo de ellos que es muy difícil quedarse en una empresa los 37 o treinta y tantos años que yo he estado ahí, piénsalo... ¿quién hace eso? Muy poca gente.

No tengo ni la menor idea. La vida me va llevando por ciertos caminos y he aprendido, con lo que me ha pasado, en que uno hace un plan, pero la vida te lleva por otro lado y mientras tú estés en contra de por donde te lleve la vida, tú sufres. O sea, creo que lo principal es aprender a fluir, navega con el río, navega con el agua, navega con la corriente, entonces uno crea un poco la corriente, pero no sé en qué momento terminará, no sé cómo será, no me lo imagino todavía. Si pasa, estoy segura de que yo voy a seguir trabajando hasta el último día de mi vida, no creo que pueda estar tranquila. ¿En qué? No sé, pero lo anunciaré, pero yo sé que voy a estar haciendo cosas.

Me han planteado muchísimas cosas. Muchas veces no necesariamente con la imagen, puede ser con la voz para hacer doblaje para películas o hacer de un animalito... de eso me han llamado muchísimas veces. Ya hice una o dos, pero no tengo tiempo para ponerme a hacer proyectos grandísimos o viajar a Los Ángeles para estar en el estudio o para hacer cameos. Me cuestra trabajo porque tengo cierto tiempo libre solamente, entonces siempre digo que no.

Cuántas otras cosas... ponerte a hacer líneas de ropa, de zapatos, hacer de influencer como ‘Viaja con Lili’, viajar por el mundo y hacer otras cosas. Hay de todo por hacer, pero necesitas tres vidas más para realizar todo lo que uno quiere hacer.

Desde chiquitos no hemos hecho una portada y me ha costado convencerlos… porque creo que al final a nuestros hijos, los hijos de todos nosotros, a veces nos cuesta mucho ponerlos en fotos y ponerlos en video. Para mí ha sido un poco más fácil porque Lina hace una carrera de modelaje, a ella le encanta hacerlo sola; pero, hacerlo bajo ‘es la hija de Lili o es el hijo de Lili’, a ellos por lo general no les interesa, entonces siempre les manejo eso de la mejor manera posible, y que entiendan que verdad lo están haciendo por ellos.

Tuve que negociar, les dije ‘por favor, por favor, se los pido’. Al final es un recuerdo maravilloso que estamos teniendo con esta portada tan bella de la revista ¡HOLA! Qué mejor revista si no es ¡HOLA! para hacer una portada como esta. A la gente le encanta verlos después de tantos años, a pesar de que yo los posteo y los veo; pero, bueno... tener este recuerdo de unas fotos tan lindas, que no son tan lindas como las que yo pongo en las redes (risas).

Muy difícil. Mi divorcio vino en un momento... creo que el más difícil, porque todo mundo te decía ‘ya los niños están grandes’. Okay… niños chiquitos, problemas chiquitos, niños grandes, problemote. He tenido mis días en los que te enojas con lo que está pasando, imagínate... esta generación que ha pasado por tanto. Además, en medio de una pandemia que justo, en el momento en el que yo logro firmar mi divorcio, en enero de 2020, un mes después llega la pandemia, y todo mundo me había dicho, ‘este va a ser tu año, esto va a ser espectacular’. ¿A quién le ha pasado eso?

Me tengo que quedar metida en la casa dos años más, enmascarada... ha sido un proceso que al final, miro atrás y me río de mí misma porque si no me río, lloro. Le digo a todo el mundo que si no nos reímos, lloramos con todo lo que ha pasado. Aprendí muchísimo, no te puedo explicar lo que uno aprende en esos momentos en los que estás contigo y ya.

Creo que los viernes y los sábados. Porque de lunes a viernes te mantienes en la rutina que tengo en el trabajo. Cuando llega el viernes en la noche empiezas a decir ‘Okay, ¿qué le pasó a mi vida?’. Es un cambio drástico total. Al principio todo mundo te invita, se ocupa y ya poco a poco la vida se empieza a normalizar. Me acostumbré a buscar cosas qué hacer, o me venía a esta casa, a la que he invitado a HOLA, que ha sido mi escape, mi terapia, que me la compré justo al mes de que se pusieran los papeles del divorcio. Inmediatamente fue una terapia para mí, la decoré como yo quise, mis hijos le dicen en inglés ‘my happy place’, o sea le dicen ‘nuestro lugar feliz’, porque en la otra casa, en la que tenemos recuerdos maravillosos, igual queda siempre una cuestión rarísima.

Me compré esta casa inmediatamente pensando ‘me voy a mudar y quiero salir de donde he vivido’. Al final, nunca me mudé; aquella es mi casa de producción, de ropa, de oficina, empleados, todos los proyectos están allá, pero de jueves a domingo, y aquí me he desconectado y me he transformado en otra persona. Eso fue lo que yo pude hacer. Les aconsejo a las mujeres que pasan por lo mismo, ‘señores sí hay luz al final del túnel’, pero tienen que buscar específicamente qué les hace bien a ustedes. A mí, por ejemplo, tomar una clase de baile, escuchar música, ¡la música! En cuanto tengo unos días de esos, pones música, tu música favorita, y ya te cambia la mente, cuando el corazón está mal por lo que estás pensando, aprendí que hay que cambiar de canal.

Nunca estoy sola, es la verdad.

Yo bromeo todo el tiempo sobre la relación de pareja. La gente se imagina que después de pasarme 28 años con mi ex, yo necesito una persona a mi lado. Lo que menos he querido es una persona constante, porque obviamente salí de los 20 años, hasta los 50 que me pasó esto, con la misma persona. El proceso es difícil y yo creo que hasta que tú no te sientes totalmente recuperada, por lo menos yo, no he querido estar con una persona.

Ahora mis chistes todo el tiempo, cuando tienen que ver con parejas públicamente, tengo plan A, plan B, plan C, plan D, porque, efectivamente, de que hay enamorados por todos lados, los hay, que me hacen sentir espectacular, sí… de que se han portado conmigo todos, espectacular. Ahora es la mujer la que lleva la pauta y entonces soy yo la que un día tiene que decidir a dónde voy y con quién, y aún no he llegado ahí.

No sé, es que creo que he estado muy bien como estoy. Me he divertido, lo he gozado... tengo momentos de soledad como tienen todas las mujeres, pero lo manejo muy bien. Ya hasta mis hijos me dicen, ‘ya decídete por uno’.

No, no están volando… ¿cómo lo explico? no sé si es que yo crecí con una abuela que siempre me dijo ‘jamás le pongas un padrastro a tus hijos’, esa era mi abuela por parte de mi padre, ‘para los hijos hay un solo padre (ella decía)’ y así yo considero que es esto.

Mi ex, al que yo quiero mucho, no tenemos relación, todavía lo quiero, está perdonado. Hasta hace poco me mandó un mensaje por la estrella y que en cinco años no nos hablábamos y nos reímos los dos por text. O sea, para mí es una cuestión complicada por mis hijos. Si yo hubiese estado sola, otro gallo cantaría; pero, son mis hijos, yo con mis hijos me es difícil.

No quiero que lleguen a casa y que haya una persona ahí. No, no... esta es su casa, las tres casas que tengo es todo ellos, y su mamá es toda de ellos. A mí me cuesta todavía ese cambio.

Sí.

Hasta ahorita no, pero los primeros dos años sí. Yo lo traté… como mujer creo que es una decisión tan fuerte el romper un matrimonio, que yo por dentro decía, no importa lo que él haya hecho, yo no quiero poner el divorcio, y cuando pasó tiempo yo dije, yo no quiero ser la que tomó esta decisión, porque para el resto de mi vida cuando yo mire para atrás yo diga ‘wow, ¿por qué hice esto?’, porque siempre pensé que íbamos a tener un chance al final jamás, o sea, mi ex nunca miró atrás y él estaba decidido y siguió y yo ya lo entiendo, no puedes hacer a una persona quererte y no hay problema. Pero en este momento estoy tan feliz de que lo hice así, fui criticada, y yo estaba feliz de que me criticaran porque yo estaba tan en paz con cada paso que yo di, cómo lo di y en qué momento lo di, tuve toda la paciencia del mundo.

Ahora miro atrás y digo: ‘¡wow! lo hice espectacular’, y creo que eso es lo que recibo a diario, con mis fans, de las mujeres con las que tengo qué hablar, de la gente que lo pasó conmigo, todo el mundo me dice: ‘Tú te portaste como una dama’. Jamás hablé mal de él, no importa el peor momento que estuviéramos pasando, es el padre de mis hijos. Fue un hombre espectacular hasta el día que salió por la puerta. Me cuidó, me protegió, me dio todo, o sea todo, por eso lo extrañé tanto. Pero ya hoy siento una tranquilidad, una paz que yo todos los días puedo acostarme y dormir y creo que es todo lo que el ser humano debe de hacer, son pasos que tú das en la vida. La gente lo toma tan acelerado o ‘tú me hiciste esto, ahora yo te voy a hacer esto’, y ahí es donde se riegan todas las relaciones, la mía no fue así.

No, ya no está juntos, eso es una exclusiva para ustedes. No ya no están más juntos.

Desde hace un año y medio. Ya ella está con otra persona y tuvo un hijo con otra persona. Al final no valió la pena, creo que los dos nos miramos y dijimos ‘okay, ¿para qué paso todo esto?’. Qué rara la vida cómo que uno mira las cosas y mira atrás y dice: ‘bueno…’ pero las cosas pasan por algo y los dos teníamos algo que aprender de esto, no era mi plan para nada.

Sí, muy complicado. Uno se enamora perdido así cuando es más joven, a esta edad me siento con más responsabilidades que no tenía cuando aquello. Ahora todo lo miro, lo analizo y cada taxi llega lleno, algunos ya son abuelos, y digo ‘okay cómo se hace esto’. Tengo amigas mías a las que les ha tocado el divorcio y lo han hecho espectacular, han encontrado a la persona, lo han mudado a las tres semanas, pero yo no puedo hacer eso.

Sí (risas), he hecho de cupido. Tengo a mi amiga Carmush que me presentó a alguien, no vive aquí en Miami, así que sería una misión imposible.

Ya mis dos hijos han pasado por la ruptura del primer novio, del segundo… ¡Que difíci! No creo que como madre uno puede prepararlos, pero yo creo que les di el mejor ejemplo, a mí me pasó lo peor y yo seguí, y hay que tener fuerza, enfocarse, no se pueden tomar nada personal. Todo lo que les pasa es un aprendizaje. Yo sufro con ellos, ¡ay no, no...! Sufro como si fuera ellos, trato de darles cariño, amor, pero tienen que pasarlo y ojalá que no se casen temprano y sin experiencia. ¡Ay, no sé... qué les digo!