No es secreto para nadie que Danna Paola inició su carrera en la industria del entretenimiento a muy corta edad, pues aunque aún no tiene ni 30 años, ya suma más de dos décadas en el medio. Convertida en una figura pública en su infancia, la intérprete mexicana tuvo que lidiar muy pronto con la exposición y exigencias que este trabajo le impuso, y aunque ella ha sido siempre muy agradecida por todo el crecimiento y experiencias que ha acumulado, también ha sido clara al hablar de los sacrificios que este estilo de vida conllevó. La estrella de Élite (Netflix) se sinceró recientemente al respecto y confesó que incluso ha trabajo estos temas en terapia.
Danna Paola concedió una entrevista al suplemento S Moda del diario español El País, en la que recordó sus inicios en la música y la televisión. A pregunta expresa sobre si en aquel momento el poder de decidir sobre continuar o parar sus actividades como estrella infantil ella respondió: “No, a mí me decían que era un juego, y después se convirtió en mi trabajo de 8 a 7. No tenía otra cosa mas que ser artista”, recordó la cantante, quien acaba de presentarse con éxito en el Arenal Sound Festival, en España.
“Mi sacrificio más grande fue mi niñez. Hoy sigo haciendo mucho descubrimiento y mucha terapia para dejar de romantizar mi infancia que fue jodida porque llevo trabajando desde los cinco años”, comentó Danna sobre aquella etapa de su vida.
Pese a los procesos que dejó de lado mientras se convertía en una artista, la actriz de 28 años está orgullosa de lo que ha logrado ahora que ella tene el control de sus decisiones, vida y carrera. “Agradezco tener una madurez algo más estable, pero tengo mis momentos buenos y malos. Soy dueña de todas mis cosas, llevo mi negocio y soy empresaria, pero es difícil asumir y tener conciencia de que estoy facturando desde que tenía cinco años”, admitió.
Ha trabajado en terapia lo relacionado su infancia
En la charla con el citado medio, Danna confesó que ha recurrido a profesionales para trabajar en los temas sobre su particular niñez. “Ser un niño artista no siempre va a ser una historia de éxito. Mi terapeuta me lo dice: ‘Tú eres un caso muy único’… Es un proceso de tomar mucha terapia y de no pelearme más con mi pasado, sino honrarlo y escribir sobre él”, explicó la intérprete de Oye Pablo.
“En mis momentos más oscuros y más tristes puedo escribir canciones. Y me empodero y digo: ‘Me he convertido en esto porque trabajo desde los cinco años’. A mí nadie me ha regalado mis tablas y mi experiencia. Me enorgullece”, contó. “Soy un ser humano, una mujer con mil errores y mil cosas buenas. No me considero ejemplo de nada ni de nadie. Habrá gente a la que no le caiga bien, pero eso no me hace tirarme a la cama deprimida”, agregó.