El luto vuelve a opacar al mundo de la música, esta vez por la pérdida de Sinéad O’Connor, la cantante irlandesa que hizo historia en la década de los 90s. El martes por la noche, la familia confirmaba a medios locales el fallecimiento de la intérprete de Nothing Compares 2 U (cover de Prince), quien pasó sus últimos días entre Irlanda y Londres. “Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Sinéad. Su familia y amigos están devastados y han pedido privacidad en este momento tan difícil”, expresaron a The Irish Times.
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Por ahora no se han revelado las causas de muerte de la artista, quien en 2018 cambió su nombre a Shuhada‘ Sadaqat al convertirse al Islam. Lo que sí se sabe es que durante años batalló con problemas de salud mental, mismos que se incrementaron un año y medio atrás, cuando su hijo Shane se quitó la vida en enero de 2022.
El joven, de 17 años, había sido internado en una clínica tras intentos de suicidio, pero escapó. Sinéad no logró reponerse a esta trágica pérdida, un sentimiento que expresó en una de sus últimas publicaciones en Twitter: “😭😭😭😭 He estado viviendo como una criatura nocturna no-muerta desde entonces... Fue el amor de mi vida, la lámpara de mi alma. Éramos un alma en dos mitades. Él fue la única persona que me amó incondicionalmente. Estoy perdido en el bardo sin él”. Junto al mensaje, una foto abrazando a su hijo.
Sinéad O’Connor, una verdadera alma alternativa
Su pasión por la música la acompañó desde muy joven, y durante la grabación de su álbum debut, The Lion and The Cobra, le sugirieron que cambiara su cabello y ropa por algo más femenino, un estilo que no iba con ella. Contrario a la sugerencia, se dirigió a una estética para raparse el cabello, logrando el look con el que sería reconocida durante toda su carrera.
Su álbum I Do Not Want What I Haven’t Got no sólo la hizo acreedora a un Grammy, sino que fue invitada al programa Saturday Night Live, y mientras interpretaba War, de Bob Marley, rompió una foto del entonces Papa, Juan Pablo II.
Su acto de rebeldía fue una denuncia directa hacia algunos abusos de la Iglesia Católica, pero también el despertar de una generación que llevaba como estandarte una nueva verdad lejos de la creencia religiosa y más apegada a la realidad de su día a día.
La complicada vida personal
Sinéad estuvo casada cuatro veces. Su primer marido fue John Reynolds, de quien se divorció en términos pacíficos. En 2002 contrajo nupcias con el periodista Nicolás Sommerlad. Años después se casó con Barry Herridge, aunque el matrimonio, celebrado en Las Vegas, sólo duró 16 días.
La cantante tuvo cuatro hijos. Jake, con su primer marido, John Reynolds; Roisin, con John Waters; Shane, con Donal Lunny; y Yeshua Bonadio, con Frank Bonadio. A pesar del gran amor que tenía por su familia, no convivió con sus hijos por órdenes legales. Sniéad fue diagnosticada con problemas mentales que le impedían estar al cuidado de los menores, lo que la llevó a deprimirse más e intentar quitarse la vida.
En varias ocasiones estuvo hospitalizada para tratar la depresión, pero las cosas no mejoraban y sus adicciones iban en aumento. Incluso se hospedó en un hotel en Nueva York para sobrellevar la situación sin molestar a su familia, llevando una vida en perfil bajo de la que daba señales cada vez que veía a otras cantantes sufrir por la presión mediátia, como Miley Cuyrus, Britney Spears o Amy Winehouse.