Robert De Niro tomó a todos por sorpresa en mayo pasado, cuando de la nada confirmaba que, a sus 79 años, se había convertido en padre de una niña. La noticia dio la vuelta al mundo y después de revelar que se llama Gia Virginia y que fue una pequeña muy deseada por él y su novia, Tiffany Chen, compartió con el público la dicha de volver a conocer la paternidad. Sin embargo, no todo fue color de rosa tras el alumbramiento, y ahora Tiffany cuenta que tuvo una complicación semanas después de dar a luz.
Chen, de 64 años, fue diagnosticada con parálisis de Bell luego de recibir a la cigüeña en abril pasado. “Mi lengua se sentía extraña, con un cosquilleo y sin sensibilidad. Notaba la cara rara, como si todo se precipitara sobre sí mismo. Es como si se estuviera derritiendo”, recordó en entrevista con This Morning, de CBS.
La nueva mamá tampoco podía comer como antes y las palabras empezaban a ser difíciles de pronunciar, un detalle que la llevó de emergencia al médico.
En el hospital, notaron que a los síntomas se sumaban otros como dolor de cabeza y mandíbula o zumbidos; y fue cuando le comentaron sobre la extraña complicación que lleva ese nombre por Sir Charles Bell, quien la descubrió.
Una alegría ensombrecida por la tragedia familiar
La dicha de haber recibido a Gia Virgina duró poco, pues tan sólo tres meses después, Leonardo, nieto del actor, falleció por una sobredosis. “Me siento profundamente angustiado por la muerte de mi amado nieto Leo. Agradecemos los mensajes de todos”, expresó De Niro tras confirmar que el hijo de su hija, Drena, había sido hallado sin vida en su hogar.
La familia dio el último adiós a Leo con una ceremonia íntima en la que se apreciaba el dolor de sus almas, un vacío que jamás podrán llenar.