James Cameron, director de la célebre película de Titanic que arrasara en los noventa, ha roto el silencio acerca del triste desenlace del Titan y los cinco pasajeros que perdieron la vida en la misión para explorar los restos del trasatlántico hundido en 1912. El cineasta, quien se ha sumergido en las aguas del Atlántico hasta 33 veces para ver los restos del Titanic, ofreció una entrevista a ABC News, en la que dijo sentirse “devastado”, ya que además de considerar esto como toda una tragedia, era amigo de uno de los fallecidos, del experto Paul-Henri Nargeolet.
“La gente de la comunidad estaba muy preocupada por este submarino”, dijo el creador de películas como Avatar. “Varios de los principales actores en la comunidad de ingeniería de inmersión profunda incluso escribieron cartas a la empresa, diciendo que lo que estaban haciendo era demasiado experimental para transportar pasajeros y que necesitaba ser certificado”, agregó el cineasta acerca de las preocupaciones que había acerca de las operaciones de OceanGate.
“Me llama la atención la similitud del desastre del Titanic en sí, donde se advirtió repetidamente al capitán sobre el hielo delante de su barco y, sin embargo, navegó a toda velocidad hacia un campo de hielo en una noche sin luna y, como resultado, muchas personas murieron”, añadió.
Cameron compara la decisión del capitán del Titanic con la de OceanGate de seguir adelante con la expedición, a pesar de las condiciones climáticas. De hecho, el propio Hamish Harding —quien perdió la vida en el sumergible— compartió un post en su perfil de Instagram antes de la inmersión, en el que aseguraba que la región de Terranova, desde la que se hacían este tipo de excursiones, había vivido “el peor invierno en 40 años”. Pese a esta advertencia, aseguró que se abrió una “ ventana meteorológica” (condiciones óptimas del clima) y que seguirían adelante con la expedición.
Curiosamente, la película de Titanic (1997) empieza con una misión no tripulada a la zona donde se hundió el barco. Ante esta escabrosa coincidencia, el director dijo que lo sucedido con el Titán fue “una tragedia muy similar”, ya que OceanGate ignoró las advertencias del clima, además de que suceció casi en el mismo sitio del naufragio. “Creo que es simplemente asombroso. Es realmente bastante surrealista”, destacó.
La pérdida de James Cameron
En medio de la tragedia que ha enlutado a la comunidad de investigadores y expertos en inmersión, James Cameron ha vivido la pérdida de un querido amigo; el buzo y piloto del sumergible Paul-Henri Nargeolet, con el que tuvo una amistad por 25 años. “El legendario piloto francés de buceo sumergible era amigo mío. Es una comunidad muy pequeña. Conozco a Paul-Henri desde hace 25 años, y que haya muerto trágicamente de esta manera es casi imposible de procesar para mí”, expresó.
Además de Nargeolet, en el Titán perecieron el empresario británico Hamish Harding; el multimillonario pakistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood, y el CEO de OceanGate, Stockton Rush.