Son la pareja del momento, la más buscada por todos. Y, por fin, Paloma Cuevas y Luis Miguel han dado un paso más en su relación al asistir juntos, el pasado fin de semana, a la boda del hijo de Rosa Clará, Daniel, con la economista estadounidense Anne-Marie Colling, en París. El viaje a la capital del Sena de la empresaria y diseñadora con el “Sol de México” era un secreto a voces, el runrún que corría por todas las redacciones. Paloma, además de trabajar junto a la creadora de moda nupcial desde hace años, es íntima amiga de la familia, por lo que su presencia en las celebraciones estaba asegurada.
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La sorpresa llegó cuando el artista internacional voló también a la ciudad del amor junto a la bella cordobesa, cumpliendo así con las expectativas y, lo que es más relevante, dando un paso importante en una relación, que es, a la vista está, cada día más sólida. De hecho, según apuntan amigos cercanos a la pareja, es una relación que le proporciona mucha paz y felicidad.
Tras asistir juntos a la fiesta preboda, que los novios ofrecieron a bordo de un “bateau mouche”, para dar la bienvenida a sus invitados, decidieron disfrutar de la noche parisina, dando un agradable paseo por las calles de la capital francesa. Y fue entonces cuando fueron fotografiados como nunca los habíamos visto.
Una pareja enamorada
Las imágenes no dejan lugar a dudas: Luis Miguel y Paloma atraviesan un gran momento. Sonrientes, relajados, de la mano y dedicándose numerosos gestos de cariño, el intérprete de La incondicional y la empresaria son el vivo reflejo de una pareja enamorada.
Paloma, que lleva tres años separada y casi dos de divorciada de Enrique Ponce, y el ídolo musical se conocen de toda la vida, son amigos desde niños y, ahora, gracias a los caprichos del destino, están viviendo una romántica historia de amor. Porque es innegable: Paloma tiene un brillo especial en la mirada y está más bella que nunca, como le sucede a toda mujer que vuelve a sentirse ilusionada.
Vestidos los dos de negro, Paloma con un diseño de Rosa Clará de cuerpo de encaje y falda cuajada en flecos, y Luis Miguel, delgado y bronceado, en mejor forma física que nunca, elegantes y guapos, forman una pareja espectacular y –puede que no sean conscientes de ello– también una de las más admiradas y envidiadas del mundo. Lo que no daría una legión de mujeres por que el cantante les susurrara al oído: “¡O tú o ninguna!”.
Ahora se preparan para el verano más apasionante de sus vidas. Antesde que el artista inicie su esperado “tour” internacional, con el que regresará a los escenarios después de cuatro años de silencio –será el próximo 3 de agosto, en Buenos Aires–, disfrutarán de unas vacaciones de lujo por el Meditarráneo.