Desde muy pequeño, Christopher, el hijo de Elizabeth Gutiérrez y William Levy, tenía claro su amor por el béisbol. Las clases infantiles que alguna vez eran sólo un pasatiempo despertaron en él la pasión por este deporte que ahora es su inspiración profesional, ¡y va por muy bien camino! En una ceremonia de fin de curso, por parte de la American Heritage Baseball, Christopher recibió el trofeo al Mejor Jugador Defensivo del Año.
“¡Ese es mi hijo! 😍😍😍 ¡¡Estoy muy orgullosa de ti!! Saber todo lo que has pasado para tener este premio hace que sea más dulce”, escribió Elizabeth junto a un video en el que su hijo recibe el premio en sus manos.
Con todo el amor de mamá, continuó: “¡¡Tienes mucho camino por recorrer pero vas por el buen camino mi vida!! Sigue trabajando duro... ¡¡Sigue creyendo y mantén tu fe!!”. Y concluyó: “Tus logros son mis logros... ¡Tu felicidad mi felicidad! ¡¡Te amaré por siempre mi MEJOR JUGADOR DEFENSIVO DEL AÑO!!”.
En sus historias, la orgullosa mamá compartió una foto del trofeo de su hijo, en donde se aprecia la figura de un bateador sobre una base con forma de estrella. La estatuilla dorada incluye una placa con la leyenda: “2023 American Heritage Baseball Most Outstanding Defensive Player Chris Levy”.
William Levy, igual de orgulloso por su hijo
El actor también compartió la foto del trofeo así como una nota en la que mencionan a su hijo. Feliz por este logro, el orgulloso papá lo incluye en uno más de los momentos exitosos que su hijo le ha obsequiado a lo largo de su carrera como beisbolista, una que va empezando y pinta para un buen futuro en el campo.
William Levy recién hablaba de lo complicado que es tener a dos adolescentes en casa, aunque también recomendó a los padres de familia disfrutar de estos momentos que pasan rápido. “Esta es la época donde se ponen difíciles y yo creo que, en vez de enseñarles, uno aprende más de ellos”, aseguró a Mamás Latinas.
Y agregó: “(A los papás) Yo les diría que no se quejen por los regueros que hacen en la casa porque esas huellas que quedan plantadas en los cristales de las mesas, esos juguetes regados algún día van a desaparecer, entonces, que lo disfruten al máximo, mientras los tengan en casa, porque luego se nos van”.