Juan Soler se sincera sobre cómo es la relación con sus hijas tras su separación de Maky

A poco más de cuatro años de su ruptura sentimental, Juan Soler mantiene intocable el lazo afectivo con su ex, Maky, con la que en el pasado procreó a dos hijas, Mía y Azul. Orgulloso de la familia que ambos lograron formar, asume este periodo con total madurez, pues al haberse mudado de casa tras su separación, la dinámica de convivencia con sus hijas se ha transformado. Sin embargo, el actor reconoce que lo más importante es que el amor siga prevaleciendo más allá de los cambios, algo que ha sido constante durante este periodo en el que el galán de telenovelas ha podido construir una estabilidad.

En otro momento, Juan habló de la importancia de mantener la armonía para brindar un entorno favorable a los hijos, como es su caso, cuando ocurre un proceso de separación. “Los hijos ahí van a estar siempre, nos vamos a ver en las bodas luego, en el nacimiento de los nietos, en la colegiatura de las nenas cuando se reciban. Entonces, las relaciones siguen y creo que sí es importantísimo que puedas voltear y ver a tu expareja con alegría…”, explicó el galán de telenovelas.

Motivado por su presente, Juan disfruta de su romance con Paulina Mercado, con la que suele realizar transmisiones en vivo a través de las redes sociales para conversar con sus fanáticos. Fue precisamente en una de esas charlas que un usuario preguntó al intérprete cómo hace para educar a sus hijas luego de la separación que vivió, a lo que él respondió de manera directa y detallando un poco de la nueva dinámica que ha adoptado para poder permanecer cercano a las adolescentes en todo momento.

“Hay una sola palabra que encierra todo eso, amor. Con muchísimo amor. Nada tiene que cambiar porque te hayas divorciado, sí van a cambiar las frecuencias, va a cambiar el estilo… En mi caso personal, que las nenas viven con su mamá, no las veo todas las mañanas…”, explicó durante la transmisión que realizó en su canal de YouTube, mientras su novia escuchaba con atención la respuesta del galán, quien ha sido muy transparente a lo largo de este tiempo cuando suele tocar este tema de su vida privada.

En otro instante, Soler ahondó un poco en la rutina que suele llevar a cabo junto a Mía y Azul, siempre pendiente de ellas y procurando que el apego se siga fortaleciendo. “Cuando tengo un momento en la mañana llamo y digo: ‘Yo voy por las nenas’, y paso a buscarlas y las llevo al colegio, ¿y cómo las educas? Pues con amor, es que no encuentro una técnica mucho más depurada que esa…”, dijo en la conversación, palabras que fueron secundadas por Paulina, quien además reconoció la calidad humana de Juan, misma que aseguró es un ejemplo para sus hijas.

En otro momento, Juan habló de la importancia de mantener la armonía para brindar un entorno favorable a los hijos, como es su caso, cuando ocurre un proceso de separación. “Los hijos ahí van a estar siempre, nos vamos a ver en las bodas luego, en el nacimiento de los nietos, en la colegiatura de las nenas cuando se reciban. Entonces, las relaciones siguen y creo que sí es importantísimo que puedas voltear y ver a tu expareja con alegría…”, explicó el galán de telenovelas.

Por supuesto, Juan no dudó en poner en alto el respeto que tiene Maky, a quien considera una madre ejemplar para sus hijas. “Tengo una buena comunicación con Maky… Ella es una mujer que es una muy buena mamá, y siempre las pláticas son con relación a nuestras hijas, a Mía y a Azul. Sí, definitivamente la sigo apoyando y la voy a apoyar siempre, una cosa no quita la otra…”, agregó durante la reveladora charla.

De esta manera, el protagonista de melodramas tiene clara la posición que ocupa Maky en su vida, un cariño que se transformó en una fiel amistad en la que ambos están dispuestos a trabajar en equipo por el bien de su familia. “La mamá de mis hijas, yo creo que sigo amando profundamente a la persona. Sigo amando profundamente lo que viví, las cosas buenas, las cosas malas, pero hoy… ya no esté el amor ese de pareja pero hay un amor respetuoso…”, dijo.

Transitar por el divorcio

Con el corazón en la mano, Juan Soler habló de lo complicado que fue para él asumir su situación sentimental, enfrentado a un cambio que implicó concluir su relación con Maky, la cual duró más de una década. “A mí en lo personal, yo tuve un proceso de dos años que no terminaba de procesarlo, me costó mucho trabajo. Pero también había una intencionalidad en mi decisión que era conocerme mucho más todavía y sanar de algunas cositas que habían pasado…”, aseguró.

En la charla con Paulina, Juan aseguró que otro de los aspectos más complicados fue haber comunicado a sus hijas la situación de la ruptura, pues en general una separación implica un proceso complejo. “Es algo que no se lo deseo a nadie, por eso, de una pregunta anterior, de que si estamos promoviendo el divorcio, la verdad que no, porque sí es muy doloroso…”.