La cuenta regresiva para la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva marca menos de dos meses, tiempo en el que la novia estaría afinando los detalles más importantes del próximo 8 de julio, en el que pondrá el broche de oro a su relación con su prometido. La Marquesa ha estado buscando a las personas y marcas perfectas para hacer realidad la boda de ensueño que ha tenido en mente, quizá, desde que era una niña. Sin embargo, la ilusión de pasar por el altar se ve opacada luego de que la firma española, Sophie et Voilà, que se encargaría de la confección de su vestido, decidiera romper relación laboral con ella y no vestirla para el día de su enlace.
“Lamentablemente, el acuerdo entre Sophie et Voilà y la Sra. Falcó para la confección de su vestido de novia ha tenido que ser resuelto como consecuencia del incumplimiento contractual por parte de la Sra. Falcó”, informó la marca en un comunicado replicado por nuestra publicación hermana, ¡HOLA!. “Desde el principio hemos puesto todo nuestro empeño para que se sienta la novia más guapa del año, cuidando cada detalle y escuchando sus ideas. Entendemos la importancia de capturar la esencia sobre los conceptos e inspiraciones de nuestras novias y, como es normal, en la mayoría de casos partimos de una inspiración en otros diseños que combinamos con el estilo de Sophie et Voilà y el savoire faire de las profesionales de primer nivel de esta compañía”, agregan.
Según explican, la hija de Isabel Preysler se habría basado en otros diseños para su vestido, un detalle que la firma no recomendaba: “Sentimos un profundo respeto por la creación artística de otros compañeros y nuestra ética empresarial nos impide traspasar ciertos límites que pondrían en peligro la autoría original del diseño. Por eso, y por el respeto que nos merece la originalidad de los trabajos de otras marcas de alta costura, no podemos cumplir con determinadas exigencias de la Sra. Falcó, que desde el inicio de la relación hemos desaconsejado y negado a realizar por acercarse demasiado a diseños ajenos a nuestra firma”, aseguran.
La Marquesa no sólo no sabía que se había quedado sin vestido ni diseñador, sino que negó todo lo que emiten en el comunicado, asegurando a ¡HOLA! que, como diseñadora, sabe que la inspiración proviene de diferentes lugares, algo que ella misma aprendió durante sus estudios de esta materia en la escuela de Marangoni.
¿Qué pasará con su vestido?
Los planes siguen en pie para que el próximo 8 de julio la pareja se dé el “sí, acepto” en un lugar muy especial para ella: El Rincón, la fortaleza del siglo XIX que heredó de su padre, el fallecido marqués de Griñón, Carlos Falcó.
Con el tiempo encima, la media hermana de Enrique Iglesias ahora tendrá que buscar un nuevo diseñador que, en tiempo récord, se ajuste a las ideas y el estilo de Tamara. Una tarea nada sencilla pero tampoco imposible. Y es que de no encontrar esta solución, el plan b podría ser un vestido ready to wear de alguna colección de sus diseñadores favoritos.