Uno de los eventos que sin duda ha marcado la vida de Pati Chapoy dentro del programa Ventaneando, fue cuando enfrentó una demanda de parte de Televisa, que alegaba en aquel entonces que la periodista había hecho mal uso de fragmentos de sus producciones y de su propiedad dentro del icónico show de espectáculos, que recientemente cumplió 27 años al aire. Un capítulo que la comunicadora recientemente recordó durante su paso por el programa Pinky Promise de Karla Díaz, en donde compartió nuevos detalles de aquel momento de su vida en el que su faceta profesional trastocó su vida personal, pues debido a la delicadeza de la situación y a que corría el riesgo de ir a la cárcel, vivió escondida a petición de los abogados de la empresa, además de que no podía informar de su caso a nadie, ni a su círculo más cercano, por lo que fue difícil tratar para ella esta situación con toda su familia, en especial con sus dos hijos.
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Durante la charla que sostuvo con la cantante del grupo JNS, Pati se sinceró sobre aquella amarga experiencia en la que se enfrentó a toda la maquinaria legal de Televisa, que intentaba evitar que su talento y sus producciones fueran mencionadas dentro de Ventaneando, programa que en aquel entonces recién había nacido. “De pronto estamos transmitiendo el programa, en paz, tranquilos, y recibo una llamada de la presidencia de Azteca donde me dicen que necesitan hablar conmigo porque hay una demanda muy fuerte de parte de Televisa en contra mía, y por lo tanto me tienen que esconder”, relató la periodista. “Esa noche, a mí me llevan escondida literalmente en otro coche, para que no supieran que había salido de la televisora, me llevan a mi casa, ¡encajuelada!, con una cobija, eso sí”, comentó entre risas.
Pati recordó que, en aquella ocasión, Ricardo Salinas Pliego, presidente de TV Azteca, le pidió que no saliera de su casa hasta que sus abogados lograran conseguir un amparo y así evitar su arresto. “El asunto es que recibo la primera llamada telefónica de Ricardo Salinas hacia las 9 de la mañana, y me dice: ‘No salgas de tu casa hasta que haya un amparo, porque está pasando eso’”, comentó Chapoy, destacando que para esa hora su casa y su fraccionamiento ya estaban rodeados por policías que intentaban detenerla, por lo que incluso tuvo que salir de su casa en un helicóptero para poder trasladarse a la televisora.
Tras lograr un primer amparo, Pati pudo vivir un poco más tranquila, sin embargo, cada que vencía el plazo de dicho recurso legal y mientras el equipo de la televisora trabajaba en uno nuevo, ella tenía que volver a esconderse. “Pero a partir de ahí, cada que se iba a vencer el amparo, yo me tenía que esconder. Entonces le pedía a una amiga, que tenía una casa en la playa, en algún lugar de la república, y nos íbamos tranquilamente mi marido y yo en el coche”, señaló. “En una ocasión, tuvimos que salir del país, al regreso me tenían que esperar los abogados y gente de seguridad en el aeropuerto por cualquier cosa, hasta que finalmente pues obviamente ganamos, gracias a la pericia de un grupo de abogados de Televisión Azteca”, comentó Pati.
La forma en la que su caso afectó a su familia
En esa misma charla, Pati recordó cómo fue que vivió este capítulo de su vida al interior de su familia, asegurando que, por consejo de sus abogados, no podía comentar ningún detalle de su caso con absolutamente nadie, por lo que para ella fue muy difícil poder explicarle a su familia, y en especial a sus dos hijos, Rodrigo y Pablo Dávila, que en el aquel entonces eran menores de edad, que su madre estaba en riego de pisar la cárcel. “Me pidieron que no hablara nada absolutamente con nadie, a excepción obviamente de mi marido, pero yo no podía explicarles a mis hermanos, a la gente cercana, a mi hijo Rodrigo (Dávila), que en eso momento estudiaba en Estados Unidos, se enteró por los cocineros de la escuela en la que él estudiaba, y a Pablo, cómo le decía: ‘híjole es que a lo mejor me meten al bote’”, señaló la presentadora.