Pablo Lyle ya se encuentra cumpliendo la condena que recibió el pasado 3 de febrero por el delito del homicidio involuntario de Juan Ricardo Hernández, tras una riña vial. La jueza Marisa Tinkler Mendez, de la corte de Miami-Dade, sentenció al actor mexicano a pasar cinco años en una prisión en Estados Unidos, además de ocho años en libertad condicional y cumplir con 500 horas de servicio comunitario; sin embargo, el equipo legal de Lyle hace todo lo posible porque la sentencia sea menor, además de que la pueda cumplir mucho más cerca de su familia en México.
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Sus abogados no sólo planean apelar a la sentencia por considerarla algo “erróneo” al considerar que Pablo es inocente ya que actuó en defensa propia y de su familia. También buscan que el actor vuelva a México luego de más de tres años en Miami, en donde estuvo esperando el juicio que determinaría su destino legal.
Un nuevo rumbo para el que los expertos en leyes ya habrían dado el primer paso. “La corte estatal emitió una orden pidiendo la cooperación completa con los federales, que en el caso de Estados Unidos sería el departamento de inmigración y sabemos que eso ya está en pie, lo cual quiere decir que es muy probable que él será deportado a México”, explicó la abogada Sandra Hoyos al programa mexicano Ventaneando (TV Azteca).
Aunque suena a muy buena noticia para el actor y su familia, aún falta que se revise el caso, lo que determinaría un nuevo juicio. “Hay una orden clara que pide cooperación lo cual indica que lo que va a suceder es que él va a ser transferido a la corte de inmigración en Miami, donde habrá un juicio y ellos van a determinar si es deportado o se mantiene en Estados Unidos. En mi opinión es que lo van a deportar”, agrega Hoyos, quien da una gran esperanza para Pablo y sus seres queridos de que vuelva a su país natal.
¿Qué pasaría con la sentencia de Pablo Lyle?
De ser deportado, el caso de Pablo Lyle tendría que ponerse en manos de la justicia mexicana, quienes podrían respetar o anular la decisión de la jueza Marisa Tinkler Mendez. “Ellos ya pueden tomar la decisión de cooperar con Estados Unidos y obligarlo a cumplir su sentencia en México o simplemente darle libertad condicional”, agrega Sandra.
Este nuevo giro en el caso es una buena nueva para el actor; sin embargo, no es algo que pueda suceder de la noche a la mañana, ya que los procesos legales toman tiempo. Se estima que podrían pasar hasta seis meses antes de conocer el resultado, pero es una noticia que parece un rayo de esperanza para la familia Lyle, pues desde años atrás buscaban su regreso a México.