Más allá de ser una conductora guapa y carismática, Karla Martínez es una mujer sensible y de buen corazón. De hecho, ha dado cuenta en más de una ocasión tanto dentro como fuera del foro de Despierta América (Univision). Este fue el caso en una reciente emisión del matutino, en el que la mexicana no pudo contener las lágrimas al hablar de un tema muy sensible, y que seguramente hizo eco en ella debido a su papel de madre.
Karla y su compañero Raúl González presentaron un reportaje que hizo la periodista Paola Gutiérrez sobre los niños migrantes en un albergue en Reynosa, en el estado mexicano de Tamaulipas. “Estas caravanas migrantes que sueñan con llegar a este país, pero ese sueño puede convertirse en pesadilla, sobre todo para los más pequeñitos, esos niños que son los más afectados emocionalmente”, expresó la conductora.
Durante el segmento, la reportera habló con varios niños que relataron las crudas historias que vivieron en sus países de origen y en camino rumbo a la frontera de Estados Unidos: Hambre, violencia, cansancio. La misma Paola se mostró muy conmovida al hablar con los pequeños, quienes además de sus duras vivencias, le compartieron sus sueños de una vida mejor.
Al regresar al estudio, Karla se mostró afectada tras escuchar los relatos de los niños. “Perdónenme, pero tengo el corazón desgarrado, de verdad me da mucha tristeza escuchar que un niño se convierta en adulto así, me da mucha tristeza escuchar que llega cansado, ningún niño merece eso, me da mucha tristeza”, admitió la conductora con la voz entrecortada. “(Necesitamos) ver qué podemos hacer para ayudarlos, cómo podemos ayudar”, propuso.
“Ningún niño merece esto, ni en sus países de origen, ellos tienen derecho a a una vida con dignidad, a una vida que les dé la oportunidad de cumplir sus sueños, lamentablemente salen con sus papás porque no tienen esa oportunidad y verlos así separados, madurando cuando no, me da mucha tristeza”, reiteró.
Karla, una amorosa madre de dos
No es se extrañar la reacción que tuvo Karla al conocer la situación que muchos niños migrantes viven y que los afecta a nivel mental y emocional. Y es que la conductora tiene la senbilidad que solo una madre puede tener, pues etiene dos hijas adolescentes que son su adoración, y quienes tienen la fortuna de vivir una vida completamente distinta a la de aquellos pequeños.
Antonella y Michaella, son el mayor orgullo de la mexicana quien. “Ser su mamá es mi mayor bendición”, expresaba hace tiempo en sus redes sociales. Sin embargo, ha explicado a que a las jovencitas les gusta cuidad su privacidad, y ella acepta y respeta su decisión.