Orgullosa de su historia de vida y en la manera en la que ha transformado el dolor en aprendizaje, Luz María Zetina abrió su corazón en una sincera charla con Helios Herrera, para su canal de Youtube. En esta entrevista, la conductora habló como nunca de su infancia, una etapa que la que tuvo que enfrentar el primer gran golpe que le dio la vida: la muerte de su mamá. Para llegar a entender a la mujer en la que se ha convertido hoy, Luz María tuvo que enfrentar varias situaciones complicadas desde pequeña como el hecho de quedar huérfana de madre a la edad de tres años. Como nunca, la presentadora compartió algunos detalles de la enfermedad que enfrentó su mamá por varios años y que la llevó a perder la vida.
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Paradójicamente, Luz María Zetina, fue una niña muy deseada y querida por sus padres: “Mi vida parecía que empezaba como la de una princesa, todo era color de rosa, vivía en un mundo en el que tenía dos papás completamente enamorados, ya habían tenido tres hijos hombres y llegó la muñeca que tanto había deseado mi mamá”, contó sobre su nacimiento. Según reveló, su llegada fue todo un acontecimiento en su hogar: “Llegó la luz de la vida de mi mamá, pero fue tal la alegría que su emoción se desbordó”, añadió. Antes de experimentar la felicidad más grande en su vida, la mamá de Luz María se había enfrentado a una depresión post parto que comenzó mucho tiempo atrás: “Cuando nace mi hermano Eduardo, cuatro años antes de que yo naciera. Fue de verdad un acto depresivo para ella, no lo quería abrazar, fue un rechazo desde que nació. Lo atribuían a un baby blue, que las hormonas nos estaban en su lugar”, narró.
Tras esta crisis que enfrentó con el nacimiento de su tercer hijo, la mamá de Luzma se enfrentó a otro reto: “Subió muchos kilos y empezó a tener un tema con su obesidad, no se aceptaba, no se quería y el mundo como que no le estaba pagando lindo, como ella quisiera. De repente, llega su hija Luzma y se desborda de alegría y de emoción”. Aunque su mamá estaba muy contante con haberla tenido, el cambio abrupto de vida le provocó que el estado de ánimo se viera afectado: “Un día le hablan a mi papá, él trabajaba en la Ford: ‘Señor, su esposa está diciendo cosas sin sentido. Venga urgente, por favor’. Mi papá llega, se asoma al cuarto y están, mis tres hermanos, hincados, junto a ella, yo, que estaba en una sillita de bebé y mi mamá, llorando, diciendo cosas como: ‘Vamos a estar bien, nos van a enterrar, pero vamos a resucitar al tercer día y todo va a estar perfecto’, unas cosas sin sentido”, contó.
Ante la situación, el papá de la conductora inicio una búsqueda para ayudar a su esposa: “Le manda a hacer estudios para ver qué le estaba sucediendo. Descubrieron que el Litio en su química cerebral, en su sangre, en todo, estaba fatal. Entonces, empezó una etapa súper complicada para mi papá de tener una mujer depresiva y maniaca, porque sus manías eran peores que su depresión. Empezó una historia difícil, con intentos de suicidio por parte de mi mamá, hasta que le atinó y se quitó la vida. Mi papá quedó viudo con cuatro hijos y así empieza esta historia. Estuvo retador, sobre todo para mi padre y mis hermanos que la recuerdan en sus momentos de depresión, de manía. Yo tengo recuerdo como si fueran fotografías”, contó la exreina de belleza.
La búsqueda de Luz María
Tras enfrentar la partida de su mamá a muy temprana edad, en su edad adulta, Luz María vivió un episodio que la hizo conectar con aquel duro momento de su infancia: “Más adelante yo con mi hija Isabela -siempre cuento esta anécdota, porque es mucha sincronía- cuando cumple 3 años, justamente la edad que yo tenía cuando murió mi mamá, mi mamá tenía 33 cuando se suicida, y yo tengo 33, no conecto con ella, la maternidad que fue algo que soñé toda mi vida, porque yo quería brindarle a mi bebé lo que yo no tuve, no conectaba con ella. Era como mi niña herida, mi niña abandonada, no entendía qué pasaba con la maternidad. Entonces, llevo a mi hija con el terapeuta y le digo: ‘Haga algo con mi hija, porque deberás yo no puedo’”. Fue aquella visita al doctor, en la que la conductora inició su camino de sanación y así lo explica: “Desde mis 33 años hasta hoy, que tengo 49, mi proceso de trabajo, mi viaje interior no ha parado de buscar y encontrar. Ha sido maravillosos irme entendiendo”, finalizó.