Meses atrás, Carlos Rivera recibió uno de los golpes más duros. Mientras se encontraba en España por motivos de trabajo fue informado sobre el lamentable deceso de su padre, el señor José Gonzalo Gilberto Rivera, un acontecimiento al que hizo frente con toda madurez, refugiándose no solo en su familia, sino también en la música y el cariño de su público. Transitar por ese duelo no ha sido sencillo, según reconoce el intérprete, quien recordó cómo vivió ese día que él mismo evoca cual si fuera una pesadilla, pues en aquel momento lo único que deseaba era poder apresurar el tiempo para poder volar de vuelta a México y brindar una merecida despedida a su progenitor, quien falleció horas antes de que el cantante aterrizara en el país.
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Con el corazón en la mano, Carlos habló de ese instante en que supo que su padre había partido, situación que lo llevó a implementar un cambio repentino de planes para ponerse en marcha y permanecer junto a su progenitor, con quien guardó una estrecha cercanía desde que era pequeño. “Fue una pesadilla horrible porque estaba en Tenerife, en España, a punto de grabar un programa. Me entero a las 12 de la noche de allá, por lo tanto no podía ya salir de la isla. Me acuerdo lo mal que yo lo estaba pasando porque lo único que quería era llegar a ver a mi papá. Al final logré llegar un día y medio después. Mi papá muere en la tarde de México y yo llego en la noche del siguiente día…”, dijo en entrevista con el programa televisivo Ventaneando.
Visiblemente conmovido, Carlos ahondó en sus palabras y recordó cómo su padre lo apoyó para emprender sus sueños, por lo que una de las canciones de su reciente disco es un sincero homenaje a él y a sus seres queridos. “Fue muy duro, y una de las canciones muy importantes de este álbum es Siempre Estaré Aquí. Esa canción yo la escribo cuando me despido de mi familia para venirme a La Academia y es ese momento que mi papá me trae aquí a la Ciudad de México, pero esta canción me habla un poco más de la despedida cuando él ya me deja en la TAPO (terminal de autobuses) y me entrega a la producción de La Academia…”, confesó.
Inmerso en un mar de emociones
Además de la partida de su padre, Carlos Rivera reconoce que se encontraba inmerso en un mar de emociones, lo que lo llevó a reflexionar sobre su realidad tras haber tocado la fama y el hecho de haber conquistado cada uno de sus sueños en el espectáculo. “Todo comienza a raíz de Sincerándome, que es la canción que le da título al álbum. Yo estaba en pleno Guerra Tour en España, en un hotel. La realidad es que estaba muy cargado de muchas cosas, demasiadas emociones, demasiadas presiones, pero también traía un agotamiento emocional muy importante. Tú sabes, cuando llega el éxito o la fama, o lo que sea que se le llame cuando tú estás logrando tus sueños y lo que deseas, se multiplica todo, lo bueno y lo malo…”, dijo.
Finalmente, Rivera tuvo que continuar su marcha, por lo que se refugió en la música y en su público, aunque tras el fallecimiento de su papá hizo todo para dar lo mejor de sí sobre los escenarios. Pero ha sido tanto el dolor que en la intimidad no pudo evitar quebrarse, recordando cómo vivió esos primeros días de la ausencia de don José Gonzalo. “Esta canción la escribí en 2019, sin embargo en los últimos meses ha sido más que nunca así. Después de perder a mi papá, salir a cantar y sonreír y sonreír para las fotos, quedar bien porque no hay de otra. Pero al principio fue muy difícil y duro, llegaba a mi casa a llorar…”, confesó.
