Carolina Rosario nos revela el nombre de su bebé y confiesa: ‘Esta niña es mi mejor regalo, no necesito más’

Mi bebecita se va a llamar Arella Rose.

Arella significa ángel en hebreo, Rose simplemente es un nombre que me pegaba con Arella (risas). El nombre de Arella lo tengo hace 7 años cuando me embaracé de mi primer hijo, no sabía si iba a ser niño o niña, y me puse a buscar en Google nombres originales, nombres diferentes y me encontré con este nombre, Arella, y dije: ‘No conozco a nadie en mi mundo que se llame Arella’. Y me encantó porque significa Ángel en hebreo y me parecía muy simbólico, sonaba muy suave pero al mismo tiempo como especial y dije: ‘Algún día si tengo una niña le voy a poner Arella. Y bueno, tuve un varón y ahora que me tocó la niña, dije ‘perfecto tengo el nombre: Arella Rose’.

Le encanta, él lo vio conmigo, yo creo que le gusta más que a mí. A mí me encanta, pero a él le fascina el nombre. Mi hijo se llama Kalel, es un nombre también muy diferente, y yo decía ‘no puedo ponerle un nombre como María ni Carolina (risas), tengo que ponerle un nombre diferente.

Mi hijo no quería que se llamara Arella, por alguna razón él quería que se llamara Isabella. Creo que algunos muñequitos que ve en televisión, hay un personaje que se llama Isabella y él quería que se llamara Isabella… Lo convencí, entonces ya lo ya lo aceptó, ‘mi hermana se va a llamar Arella’, como que lo asocia con las princesas y ahora le gusta, pero al principio no, él quería Isabella

Me ha sorprendido porque al principio él estaba como un poco en shock porque no entendía lo que estaba pasando. Hoy día yo voy a las tiendas y él quiere comprarle toda a su hermana, quiere comprarle cosas hasta para cuando sea grande, y yo ‘Kalel no, todavía hay que esperar’. Es súper generoso, cada que vamos a un lugar piensa siempre en ella y está muy emocionado. Yo espero que ya cuando nazca continúe esa esa acción de él hace su hermana y que no le entren los celos porque es súper apegado a mí.

Está supuesta a nacer el 26 de abril pero yo tengo una sospecha de que se va a adelantar porque ya siento que está bastante grande y se mueve mucho. De por sí creo que soy una persona tan acelerada en mi diario vivir que yo creo que la voy a llevar a ella también así, acelerada.

Mi primer embarazo fue muy tranquilo porque fue un embarazo donde yo estaba prácticamente normal, sin ningún síntoma y pude vivir una vida regular. Este embarazo ha sido muy distinto, ha sido un embarazo en el que los primeros tres meses fueron horribles, yo hasta en algún momento dije: oh my god, me arrepiento de haberme embarazado porque me sentía tan, tan mal, me dio todo: náuseas, vómito, dolores de cabeza, cansancio, acidez, tristeza, ganas de no bañarme no podía ni oler a mi marido… me dio de todo y fue terrible. Ya para el segundo trimestre todo se fue, dije ‘wow, milagro’. Y ahora en este último he estado como entre náuseas y un poquito más de cansancio y la pesadez, pero de verdad que fueron los primeros tres meses los que fueron muy fuertes.

Creo que por más hijos que uno tenga, siempre te da como miedo, bueno a mí me da como miedito siempre. Si ahora con uno y trabajando tanto, en este país, -vivo en Miami pero yo soy puertorriqueña- y que no tengo familia acá, entonces si ya de por sí yo siento que todo es muy complicado, pienso cuando venga la segunda no sé cómo le voy a hacer. Aunque ya sé cómo funcionan las dinámicas pero de verdad si me preguntas hoy día, no sé cómo le voy a hacer, estoy como en un día a la vez y esperando a que ella nazca.

Yo creo que en la aventura de ser padre uno nunca está 100% preparado y los niños vienen ya con su personalidad, con sus problemas o con sus bendiciones y uno no sabe lo que le va a traer cada hijo, así que yo estoy con los brazos abiertos y con la fe bien puesta de que lo que vaya a pasar, va a pasar y yo sé que Dios no va a abandonar y voy a poder seguir adelante

Mi esposo es el compositor musical de la cadena, tiene un puesto de jefe y es bien difícil porque dirige un departamento y pues yo estoy en noticias que es la locura. Él trabaja horario ejecutivo de 9 a 5 y yo trabajo de noche, entonces sí hemos hablado de que en las mañanas yo me voy a encargar del niño y de la niña, y él en las noches de los dos niños porque uno va a la escuela. Lo hemos conversado, sí tenemos un tenemos un plan tentativo de cómo va a ser la dinámica, pero hay cosas que yo digo hay que esperar a que llegue para ver cómo van a fluir.

Yo quiero trabajar hasta el final, yo quiero trabajar hasta el último segundo y ya luego todos los días que voy a tomarme libres cogerlos para el tema de la maternidad. Yo ya tuve un hijo y sé que lo mejor es guardar el tiempo para tener el bebé contigo. Hemos quedado en el noticiero que me voy a ir con contracciones al hospital (risas) y pues de ahí me tomo unos 3 meses ese es el plan.

Lo tengo en proceso. Sí estoy en ese plan, he estado haciendo una cosa creativa según lo que me visualizo y estaba comprando cortinas, camas todo poquito a poco, ya estoy como a la mitad ya cuando lo tenga ready se los voy a mostrar porque va a quedar muy bonito. Quiero algo así como muy femenino pero que también tenga tranquilidad, que me inspire paz entre lo femenino y lo natural. También me enredé porque no quería que mi hijo tuviese celos con su hermana, así que le cambié todo el cuarto a mi hijo también.

Entonces como él no quería pues era como esa peleita con él de qué vamos a hacer, él quería un hijo único… y ya lo logré convencer y está muy feliz de tener un segundo miembro de la familia, pero ya para convencerlo de un tercero creo que es imposible, además que yo creo que yo no podría, no puedo ya con tantas cosas.

¡No! (Risas) Bueno, sí lo hemos hablado y es no, no quisiéramos. Me tomó mucho tiempo, mucha gente me dice ‘tu hijo ya tiene 6 años, ¿por qué te tardaste tanto en tener un segundo hijo?’ Y me tomó tiempo porque mi marido solamente quería tener uno, yo era la que quería tener por lo menos dos.

Entonces como él no quería pues era como esa peleita con él de qué vamos a hacer, él quería un hijo único… y ya lo logré convencer y está muy feliz de tener un segundo miembro de la familia, pero ya para convencerlo de un tercero creo que es imposible, además que yo creo que yo no podría, no puedo ya con tantas cosas.

Creo que ser madre te enseña a amar de verdad. Uno cree que conoce el amor cuando se enamora, cuando tiene a sus padres que los ama mucho, a su hermana, pero cuando uno tiene hijos ahí te das cuenta del amor real, el que perdona no importa lo que te haga, el que aguanta sin importar lo que te hagan, el que está ahí en las buenas y en las bien malas, ese amor incondicional que de verdad solo conoce a ese nivel la persona que tiene un hijo. Yo creo que ese camino de amar de verdad, en todos sus sufrimientos y sus alegrías es lo más importante que he aprendido y también a amar mejor a otras personas

“Yo siempre era una persona muy temerosa de envejecer, o sea, yo de niña recuerdo que le a mi hermana: ‘Yo no quiero ser vieja, no quiero ser mayor porque a la gente mayor después los abandonan, no los quieren’. Y hoy día he cambiado tanto mi perspectiva, cumplo 35 años, yo digo estoy en nada, soy una niña de 20 años. Veo a mujeres mayores de 40, 50 y de todo lo que siguen haciendo como la vida sigue siendo maravillosa para la mujer no importa la edad y he cambiado completamente mi perspectiva me arrepiento de haber pensado como pensé de niña ignorante.

Este año con tantas cosas que tengo, del bebé, de la reparación en la casa y de que mi esposo cumple 50 años… Es estresante porque yo soy la planificadora de mi hogar, no es mi marido yo soy la que planifico, la que siempre estoy produciendo en el trabajo y en mi casa entonces este año yo le dije a mi esposo: ‘No voy a enfocarme tanto en celebrar mi fiesta, voy a enfocarme en la tuya porque son 50 años y no todos los días se cumplen 50. Y para este año creo que ya la niña es mi mejor regalo y no necesito más.