Solo bastó que Rihanna compartiera en su feed de Instagram una foto de su mano sosteniendo un balón de futbol americano para que las expectativas de sus fans y los amantes de este deporte subieran hasta las nubes, pues luego de meses de rumores, finalmente se confirmaba que sería ella la encargada de encabezar el show de medio tiempo del Super Bowl LVII. Y como ya se anticipaba, nadie ha quedado defraudado tras la espectacular actuación de la artista de 34 años, quien ha marcado su regreso a los escenarios, luego de más de siete años de ausencia musical, por todo lo alto, anotándose un nuevo hito en su carrera y sumándose a la lista de leyendas que han hecho historia en el Super Bowl, pues sin duda, puso a vibrar cada rincón del State Farm Stadium de Glendale, Arizona, con cada uno de sus éxitos.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
MÁS NOTICIAS COMO ESTA:
- El primer vistazo de Rihanna camino al Super Bowl
- La reaparición de Rihanna tras convertirse en mamá
Enfundada en un sexy traje rojo, la originaria de Barbados se apoderó del Super Bowl al aparecer suspendida sobre la cancha en una enorme plataforma flotante, sobre la que cantó B*tch Better Have My Money, abriendo así su esperado regreso a los escenarios, un instante en el que el público presente en el estadio rompió en alegría, pues tras una larga espera, finalmente pudieron ver a la artista en acción, quien en los últimos años se había enfocado en su faceta de empresaria y diseñadora de modas con la marca Savage X Fenty y su línea de maquillaje Fenty Beauty -a la que hizo referencia durante un momento de este show-, y más recientemente en la maternidad, tras la llegada de su primer hijo, a quien tuvo con el rapero A$AP Rocky.
Luego de su entrada triunfal, Rihanna puso a latir los corazones de todos los presentes tras escucharse los primeros acordes de Where Have You Been, en la que acompañada de un séquito de bailarines, que vestidos de blanco contrastaron con el vestuario y el escenario color rojo, dio muestra de su talento. A este tema le siguieron Only Girl, We Found Love y Rude Boy , logrando ganarse el corazón de los presentes, quienes eufóricos no dejaron de cantar cada uno de las canciones de la también actriz. Enfundada en un look hecho a la medida de Loewe, con un abrigo de Alaïa, Rihanna llevaba un reloj modelo The Brillian Northern Lights de Jacob & Co -con un precio de 72,000 dólares (aproximadamente $1,338,828 pesos mexicanos). En cuanto a joyería, la cantante apostó por la alta joyería de Messika con el pendiente conformado por tres partes distintas Mono Illusionnistes con su clip de diamantes a juego, el clip de diamantes Equilibristes, el arete Magnetic Love y solo una fracción del Diamond Equalizer.
Uno de los momentos más emocionantes del espectáculo se dio cuando Rihanna interpretó el tema Work, uno de sus más grandes éxitos, poniendo a todos los asistentes a bailar. Esta canción dio pie a Wild Thoughts, un instante en el que la euforia de los presentes era incontenible, pues a este tema le siguieron Pour It Up y Run This Town.
El momento emotivo de la noche se vivió cuando Rihanna cantó Umbrella, un tema que marcó un antes y un después en su carrera y que sin duda no podía faltar dentro de esta celebración. El impresionante show dio fin con la interpretación del tema Diamonds, un instante en el que el público se rindió a los pies de la hermosa artista, quien en todo momento dio lecciones de estilo con los significativos cambios de vestuario que hizo, demostrando porque es una de las grandes estrellas del pop contemporáneo, pues en tan solo 15 minutos refrendó su estatus de diva con su talento e inigualable dominio del escenario.
¿Por qué Rihanna se negaba a participar en el Super Bowl?
En 2018, todo apuntaba a que sería la intérprete de Diamonds la encargada de encabezar el famoso show. Sin embargo, la cantante finalmente rechazó la oportunidad en solidaridad al jugador de la NFL, Colin Kaepernick, de los 49ers de San Francisco, quien como signo de protesta por la injusticia racial y la brutalidad policial en contra de la comunidad negra, se mantuvo arrodillado mientras sonaba el himno nacional de Estados Unidos en un partido celebrado en 2016, lo que provocó que la NFL prácticamente lo vetara de liga, pues desde entonces el jugador no ha vuelto a ser contratado. De hecho, la misma Rihanna habló de esta situación en una entrevista que ofreció a la revista Vogue 2019, en donde refrendó su apoyo a Colin Kaepernick, criticando fuertemente a la NFL. “No podía atreverme a hacer eso. ¿Para qué? ¿Quién gana con eso? No mi gente. Simplemente no podía ser una vendida... Hay cosas con las que no estoy de acuerdo para nada en esa organización, y no iba a acudir y servirles de ninguna manera”, comentó la artista de 34 años.