Este 9 de febrero, para Mario Vargas Llosa marca una fecha inolvidable. El escritor nacido en Perú se convirtió oficialmente en miembro de la Academia Francesa, ocupando el sillón 18 de los 40 disponibles para autores ilustres. El momento fue digno de celebrar y contó con una gran lista de invitados al Anfiteatro del Instituto francés, en París, en donde el orgullo de sus familiares se sumó al de amigos reconocidos como el rey emérito, Juan Carlos I de España, y su hija la infanta Cristina.
En primera fila se encontraba su ex esposa, Patricia Llosa, junto a sus tres hijos: Álvaro, Gonzalo y Morgana. Detrás de ellos ocupaban un lugar sus nietos para presenciar este día en el que su abuelo se convertía en uno de “los inmortales”, como se le conoce a los miembros de la Academia Francesa.
Cerca de ellos don Felipe de España estaba de lo más atento a su amigo, y junto a él doña Cristina, quien también acudió para celebrar este histórico día. Otra invitada destacada fue Laurence Debray, historiadora y biógrafa del rey emérito.
“Cálido encuentro esta mañana”, escribió Álvaro en sus redes sociales, en donde compartió varias fotos del día. Orgulloso de su padre y con el grupo selecto, se puso en marcha hacia el Elíseo, en donde el presidente Emmanuel Macron ofreció una cena en honor del escritor.
El honor de Vargas Llosa por formar parte de la Academia Francesa
El también ganador del Premio Nobel de Literatura acudió a la ceremonia con un traje peculiar. Es la vestimenta tradicional de “los inmortales”, que resalta por una chaqueta bordada con ramas de olivo en tonos verdes y dorados. Antes de la ceremonia, posó con el traje por primera vez y lo hizo junto a Daniel Rondeau y el escritor e historiador francés, Pascal Ory.
Con los acompañantes y miembros de la institución reunidos, por la tarde, Vargas Llosa inició un discurso en francés fluido en el que no sólo agradecía, sino que aseguraba que desde tiempo atrás aspiraba a ser un escritor francés aún así fuera de forma secreta.