Detrás de la belleza de Nadia Ferreira hay una historia personal de lucha y superación que inició en su infancia. Desde sus primeros años, la originaria de Paraguay sabía que había algo especial en ella y el destino se encargó de ponerla en el camino correcto para convertirse en la primera finalista de Miss Universe 2021. Aquellos retos de la vida sólo la hicieron más fuerte hasta convertirla en la mujer que es hoy, cuya fama y éxito la llevaron a conquistar el corazón de Marc Anthony, con quien vive una increíble historia de amor.
Nadia Ferreira
El 10 de mayo de 1999 nació Nadia Ferreira. Desde bebé la pequeña llamó la atención por sus ojos azules. Durante sus primeros meses de vida superó el que sería su primer obstáculo.
Nadia padecía tortícolis congénita, es decir, nació con una tensión en el músculo del cuello que le impedía mantenerse derecha. Tuvo que pasar por el quirófano con sólo ocho meses de edad para corregirlo y el resultado fue positivo.
La mirada de Nadia Ferreira no ha cambiado desde que era niña. Aún conserva ese detalle en sus ojos que la identifica muy bien al igual que su sonrisa.
Desde pequeña estaba interesada en los concursos de belleza y ganó algunos que, sin saberlo, le mostraron un poco de lo que sería su vida adulta.
A pesar de ello, fue una niña con una infancia normal, llena de sueños, ilusiones y siempre contó con el apoyo de su mamá, Ludy Ferreira, y su hermana para alcanzar sus metas.
En las fotos que en junio pasado compartió en exclusiva con ¡HOLA! Américas por su portada digital, Nadia deja ver que desde niña se sentía muy cómoda posando para la cámara, y aunque no descartaba el modelaje como profesión, su interés estaba más en el deporte.
Sin embargo, aún faltaba otro reto personal más. A los 11 años perdió la vista, audición y movilidad del brazo izquierdo, síntomas de urgencia con los que fue diagnosticada con síndrome de Susac, una rara enfermedad que afecta, principalmente, a mujeres jóvenes.
Afortunadamente, con atención médica oportuna y los cuidados únicos de su familia, logró superarlo. “Era bastante difícil para toda mi familia. Eso me hizo la mujer que soy, una mujer fuerte, que puede contar estar historias de mi vida y saber que van a tener adversidades. Uno siempre puede sobrellevar, pasar y cumplir los sueños que uno como persona tiene”, aseguró en entrevista.
El cariño por el deporte la hizo formar parte de las chicas exploradoras, una etapa que disfrutó al máximo pero que al mismo tiempo le enseñó que por su condición médica no podría seguir desarrollando actividades de alto impacto.
Fue en su adolescencia cuando el sueño de ser modelo se hizo mucho más grande, aunque implicó un cambio completo en su familia. Su madre, quien siempre la apoyó, aceptó mudarse con Nadia y su hermana a Asunción, la capital de Paraguay.
A la par, su carrera como modelo iba en ascenso. Nadia obtuvo reconocimiento en 2017, luego de ser elegida para caminar en el desfile de otoño/invierno Custo Barcelona en la Semana de la Moda de Nueva York en 2018.
Su carrera era más que prometedora. Pronto la llamaron para desfilar en el Arab Fashion Week, en Doha, Qatar. También pisó pasarelas de Milán, Santiago, París, Brasil, Uruguay y Paraguay.
A los 19 años firmó con la prestigiosa agencia de modelaje Wilhelmina. Sin embargo, los certámenes de belleza aún tenían un gran lugar en su agenda.
En 2021 fue coronada como Miss Universo Paraguay, lo que la llevó a representar a Paraguay en Miss Universe 2021, en donde quedó como primera finalista. Desde entonces, su nombre no ha dejado de sonar en el medio artístico.
La fama de Nadia la llevó a coincidir con Marc Anthony, con quien escribe una encantadora historia de amor. Al mismo tiempo, su carrera como modelo continúa, aunque ahora posa para portadas y porta las mejores marcas.