Rafael Nadal viajó hace unos días a Melbourne junto a su familia con la ilusión de terminar la mala racha que lo persiguió el año pasado en cuanto a su carrera en las canchas. Las cosas iniciaron bien, pues en en su debut en el Abierto de Australia el pasado 16 de enero, el tenista español derrotó al británico británico Jack Draper. Su esposa Mery Perelló se convirtió en su porrista número uno, pues desde las gradas lo apoyó a cada minuto del partido. Sin embargo, las cosas han dado un giro nada favorecedor para el atletla balear, pues en su encuentro contra el estadounidense Mackenzie McDonald sufrió una lesión que le cobró factura, pues terminó derrotado y fuera del torneo.
Rafa se retiró de la cancha unos minutos para recibir atención y aunque sus gestos evidenciaban las molestias que sentía por la lesión, eso no lo disuadió de continuar el partido, por lo que volvió a la pista jugó hasta el tercer set.
Si alguien conoce el esfuerzo y sacrificio que ha ha hecho Nadal para mantener su lugar entre los mejores del mundo esa es su esposa. Por eso, no fue de extrañar que le haya sido imposible reprimir su sentimientos al ver a Rafa en la cancha sufriendo por la lesión. La española, cuyo nombre real es María Francisca Perelló, fue captada limpiándose las lágrimas desde su lugar en las gradas.
Mery, con quien Rafa está casado desde 2019, debutó en la maternidad de la mano del tenista en octubre del año pasado. Según reveló el mismo Nadal, ella sufrió algunas complicaciones en el embarazo, lo cual afectó de cierta manera su concentración y rendimiento en los torneos por aquellas fechas.
“No es el resultado que quería, me hubiera encantado continuar mi carrera aquí, pero hoy no fue posible”, escribió el tenista balear en su cuenta de Instagram. “Mackenzie jugó a un gran nivel y le deseo lo mejor para el resto del torneo. Siempre es un placer tocar en Australia”, agregó en su mensaje.
“Muchas gracias a todos por el apoyo y los grandes momentos que me hacen vivir aquí. Triste por dejar pronto este gran torneo y muy agradecido una vez más con todos, aficionados, organizadores, público increíble. Gracias Melbourne, Australia”, finalizó.
“No puedo decir que no estoy destrozado mentalmente en este momento, porque estaría mintiendo“, dijo en una rueda de prensa posterior al partido, en la que se vio con un semblante triste. “Estoy cansado, estoy triste, estoy decepcionado, todo esto es una realidad. A partir de aquí, supongo que cuando las cosas avancen, se tomarán las decisiones adecuadas porque lo que quiero es seguir jugando a tenis”, explicó. “No piensen que estoy diciendo todo esto porque quiero dar un paso atrás. No es el caso”, aclaró.
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