El mundo del deporte está de luto. Este jueves 29 de diciembre, la leyenda brasileña del futbol, Edson Arantes do Nascimento “Pelé”, falleció a los 82 años luego de un mes hospitalizado en su natal Brasil. Con la noticia de su lamentable partida, los recuerdos y las anécdotas del tricampeón del Mundial no se hicieron esperar, memorias que pasaron a la historia del futbol con un nombre reconocido a nival internacional: “Pelé”. Sin embargo, aquel sobrenombre no era del agrado del también conocido como O Rei .
Su nombre, como su apodo tienen una historia detrás, no sólo fue aquel apelativo que se escuchaba bien para sus padres o familiares cercanos que celebraban su nacimiento el 23 de octubre de 1940 en Tres Corações, un municipio de Minas Gerais, en Brasil.
“Me llamaron Edson, en honor a Thomas Edison, porque la electricidad acababa de ser introducida en mi ciudad natal en Brasil cuando nací”, dijo el exjugador brasileño en un Twitter hace unos meses“, explicó él mismo en un par de entrevistas.
Desde que inició su carrera en el Santos Futebol Clube en 1959, a Edson ya lo conocían como Pelé. Fue un amigo de su padre, João Ramos do Nascimento “Dondinho”, quien estuvo detrás de aquel sobrenombre con el que sería famoso, y que recibió desde que era pequeño.
“Cuando tenía tres o cuatro años, mi padre, Dondinho, me llevaba a los entrenamientos del Vasco. Siempre que podía, me metía en la portería y jugaba, y cuando conseguía parar un tiro, gritaba: ‘¡Bien, Bilé!’ o ‘¡Gran parada, Bilé!’”, aseguró.
Sin embargo, la pronunciación no era correcta y se escuchaba como “Pilé”, pero el fonema fue cambiando hasta convertirse en “Pelé”, sobrenombre con el que su círculo cercano lo empezó a ubicar. “Cuando nos mudamos a Bauru, ese ‘Pilé’ se convirtió en ‘Pelé’. O lo cambié yo mismo o, según mi tío Jorge, fue por mi marcado acento de Minas Gerais”.
Un apodo que no le gustaba y los otros sobrenombres con los que fue conocido
Aunque el mundo entero lo conoció como Pelé y sus camisetas con la Selección Brasileña estaban impresas con ese nombre y el número 10, de niño a él no le gustaba nada aquel apodo. Incluso llegó a los golpes con algunos chicos de su edad cuando lo llamaban así. “Me gané una suspensión de clases por dos días”, reveló luego de aquella riña escolar. Con el tiempo aceptó que él era “Pelé”, un nombre que siempre lo asoció con su deporte favorito.
Con el tiempo, Edson no sólo demostró su talento nato para el balompié, un deporte que lo vio convertirse en una leyenda. En 1958, fue rebautizado como ‘O Rei’ cuando ganó el su primer Mundial, no sólo cumplía la promesa que le hizo a su padre tras el llamado “Maracanazo” de la Copa Mundial de Fútbol de 1950, cuando le aseguró que él algún día alzaría la copa en nombre de su país.