Con el paso de los años, Kim Kardashian nos ha dejado ver que un aspecto importante de su personalidad es el perfeccionismo. La empresaria procura tener todos los aspectos de su vida en marcha como una buena maquinaria, y no es sorpresa que para lograr sus objetivos tenga a un grupo de personas a su cargo. Pero incluso a ellos los tiene controlados con normas que deben cumplir al pie de la letra, empezando con la vestimenta que deben portar día a día.
Ese detalle salió a flote en su entrevista para el podcast de Angie Martinez IRL. La comunicadora notó que el personal que estaba cerca de ellas al momento de la entrevista tenía ropa muy similar, a lo que Kim confesó que no era una simple casualidad: “Claro, tengo uniformes”, dijo.
Pero más allá de exigir una pieza específica en la gente, Kim tiene un manual en el que detalla los colores que deben usar. Todos neutros: grises, negro, azul marino, blanco, crema o beige. “Podemos ceñirnos a todo lo neutro. No muchos colores”, agregó.
Desde hace un tiempo, Kim apuesta por el minimalismo, algo que también incluye en la decoración de su casa, en donde reinan los colores neutros. Incluso para ocasiones especiales o celebraciones, ella opta por lo monocromático.
No sólo ahí, sino también en su propia ropa. Es común verla con prenda sin logos o con muy pocas decoraciones, siempre del lado gris, beige, blanco o negro. Algo que también imita para sus hijos. “Mi casa es muy zen, así que les pregunté a todos qué les parecía y todos dijeron: ‘Eso nos haría la vida muy fácil’”.
Una jefa exigente, pero amable
Aunque pareciera que Kim Kardashian impone esta regla sólo por gusto, la realidad es otra. Ella misma confirmó que antes de implementarla charló con la gente sobre la decisión que quería tomar, y todos estuvieron de acuerdo con los tonos que portan contentos en la casa de la empresaria.