Juan Soler es conocido por su exitosa carrera como actor, la cual hoy alterna con la conducción. Pero más allá de su faceta como figura pública, es un hombre cariñoso y dedicado, sobre todo en su papel de padre. El intérprete de origen argentino es un orgulloso papá de tres hijas, de hecho, la mayor de ellas lo convirtió en abuelo el año pasado. Recientemente, el galán de telenovelas se abrió como nunca sobre su momento muy sensible en su paternidad: el complicado nacimiento de Azul, su hija menor, el ocurrió poco después de una irreparable pérdida en su vida.
Juan charló con Yordi Rosado en su canal de YouTube, y entre los muchos temas que abordó, todo el del fallecimiento de su padre, hace 16 años tras sufrir una grave caída.. El locutor le preguntó cuándo había sido la última vez que se había comunicado con él. “Estábamos hablando de Azul, porque ya venía Azul en camino y me dijo que nunca había escuchado un nombre tan lindo para una nieta”, dijo mientras se limpiaba las lágrimas.
El actor relató que horas después de que le informaran del accidente de su padre, y sin saber su pronóstico todavía, supo por un sueño que ya se había ido. “Me despierto y le digo a Maky: ‘Papá se murió’. ‘(Y ella) Juan, pero solo te dijeron que está en terapia intensiva’”, recordó. “Lo soñé de unos 45 años... Venía de la mano de una niñita con el pelito corto y unos flecos, con un vestidito azul, así soñé a papá, y creo que traía de la mano a Azul”, contó.
Ese sueño cobraría mayor sentido un par de meses después en el nacimiento de su hija. “El 20 de febrero (de 2007) cuando nace Azul, el parto fue tremendo. En el parto no murió Maky y Azul... Porque estaba mi papá ahí”, dijo Juan, esforzándose por contener el llanto.
“Fue un parto tremendo, Maky estaba ya sin pulso. A ella cuando estaba en trabajo de parto se le abrió el útero, entonces Azul estaba encajada ya para nacer y toda la cantidad de sangre para nacer la jaló de nuevo. Entonces para que naciera Azul hubo que abrir a Maky y bucearla, tuvieron que bucear entre los órganos para sacarla”, explicó.
“Y demoró mucho tiempo Azul en empezar a llorar y Maky estaba pálida como el papel, no había pulso... No sé cuántos litros de transfusión le hiceron porque perdió muchísima sangre”, recordó. “Y ya después de un tiempo el doctor dijo: ‘ Es un caso que se da uno en 100, porque o muere la mamá o muere la nena’”, agregó.
“Yo no soy un tipo que creo mucho en todo eso pero yo creo que papá murió para traerme a Azul, Azul tenía que venir, creo que él se fue para que viniera Azul”, expresó llorando.
La dura despedida de su padre
Antes de mencionar el angustiante momento previo a la llegada de Azul, Juan reveló detalles sobre la partida de su padre.“Mi mayor miedo era perder a la gente que amo y yo no estar ahí, y toca que se muera papá”, contó. “Era un 16 de diciembre, estaba grabando La fea más bella (Televisa) y mamá me llama por teléfono, eran como la 1 de la mañana... Y me dice: ‘Papá tuvo un accidente, cayó y pegó con la nuca en el piso y se lo llevaron al hospital, está en terapia intensiva’”.
Soler narró que viajó de México a Argentina, y al llegar al hospital le pidió total sinceridad al médico. “Yo estaba solo con él, y me dice: ‘Ya, el viejo se fue el día del accidente’”. Su padre estaba conectado al respirador y las posibilidades de que hubiera algún tipo de reacción eran prácticamente nulas.
“Bajé a hablar con mi familia, les dije: ‘El panorama es este, papá murió el día del accidente y hay que tomar una decisión, mi decisión es desconectarlo ya, eso que está ahí ya no es papá’”, relató. “Mi papá era el alma de la fiesta... Un tipo generoso, jamás le habría hecho eso a mi papá de dejarlo enchufado a una máquina”. Finalmente Juan y su familia estuvieron de acuerdo en desconectarlo. “Vivió tres días más”.