El pasado 21 de agosto se estrenó House of the Dragon (HBO), la esperada precuela de la exitosa serie Game of Thrones , con Matt Smith como uno de sus protagonistas. Al encarnar al controvertido príncipe Daemon Targaryen, el británico ha demostrado nuevamente sus grandes dotes interpretativas, las cuales le han valido algunas nominaciones a conocidos premios. Aunque ahora se encuentra en el mejor momento de su carrera, pocos saben que en el pasado el actor no se vislumbraba a sí en su profesión actual, de hecho estaba convencido de que se dedicaría al futbol. Fue una condición de salud la que le impidió dedicarse al deporte y que lo acercó a la actuación.
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Nacido en Northampton, Inglaterra, Smith fue un apasionado del futbol desde niño, inspirado en gran parte por la tradición familiar. Siendo adolescente formó parte de equipos juveniles, e incluso estuvo a punto de debutar en la selección sub-16 de su país. Sin embargo, su futuro le teníaa deparado algo completamente distinto.
Tenía apenas 15 años cuando empezó a sufrir fuertes dolores en la espalda, y tras recurrir a los médicos obtuvo un duro diagnóstico, tenía espondilosis cervical, una degeneración de los huesos y cartílago (discos) del cuello que no le permitiría hacer grandes esfuerzos, por lo que tuvo que despedirse de su sueño como jugador profesional.
“Fue un momento difícil porque me sentía insatisfecho. Para ser honesto, estaba tan seguro de que jugar al futbol era lo que iba a hacer que fue muy difícil para mí decirle a la gente que me habían diagnosticado esta enfermedad”, contaba Matt recientemente en entrevista para el programa Desert Island Discs, de BBC Radio 4.
El giro de 180 grados que le dio a su futuro
“Mi ego decía: ‘Yo soy eso, soy un futbolista’. En la escuela era el jugador de futbol para todos y de repente, nada”, recordaba el británico de 39 años. Y fue mientras afrontaba esta dura situación que se acercó a lo que sería su prometedora carrera como actor. “Por suerte había un profesor de teatro, Terry Hardingham, que me dijo: ‘Nunca estuviste destinado a ser futbolista, siempre pensé que eras muy bueno actuando’”, relató.
Smith siguió este consejo, y terminó estudiando drama y escritura creativa en la Universidad East Anglia, para debutar como oficialmente como actor en 2003, en la obra Murder in the Cathedral, de la compañía National Youth Theatre. Después empezó a interpretar algunos papeles en televisión, y fue en 2010 que se sumó a la popular serie Doctor Who, la que lo terminó por lanzar al estrellato y cuya partipación le valió una nominación a los Premios BAFTA en 2011.
La carrera de Matt cobró nuevas dimensiones a raíz de su participación en la exitosa serie de The Crown , ficción producida por Netflix en la que interpretó al fallecido Duque de Edimburgo, de hecho, este papel le valió una nominación al Premio Emmy.