Horacio Pancheri es uno de los grandes amigos de Pablo Lyle, y quien estuvo en constante comunicación con él, en especial en estos tres últimos años en los que el actor estuvo en arresto domiciliario en Miami, a la espera del veredicto del jurado. Después de ser hallado culpable por homicidio involuntario, el argentino reveló parte de las conversaciones que tuvo con él, descubriendo un gran deseo que tenía Lyle además de la esperanza de regresar a casa, un plan familiar que no podrá llevar a cabo.
“Me acuerdo de que en uno de los últimos mensajes que me mandó fue: ‘En noviembre cumplo años, espero estar en casa’”, dijo Pancheri en entrevista para Al Rojo Vivo. Desafortunadamente para el mexicano, este 18 de noviembre, cuando cumpla 36 años, no estará en su hogar, sino en la cárcel.
Así como tiene contacto por mensajes con Pablo, Horacio Pancheri también se comunica con Ana Araujo , la aún esposa del actor. “Le escribí (esta semana), no me ha contestado todavía, para mandarle todo mi amor, mi apoyo, mi cariño a ellos, y preguntarle si ella va a saber dónde va a estar, si lo puedo ir a visitar pronto”, contó ante las cámaras.
El argentino tiene una gran amistad con Pablo Lyle y le ha demostrado todo su apoyo desde aquel 31 de marzo de 2019, cuando en una riña vial, golpeó a Juan Hernández, de 63 años, quien falleció días después, acto por el que lo encontraron culpable el 4 de octubre pasado.
Al escuchar el veredicto, Pancheri estaba como invitado en el programa Siéntese Quien Pueda, y echó a llorar cuando vio cómo su amigo se despedía de su familia en la Corte antes de ser esposado. “Se me pone la piel de gallina de ver ese último abrazo”, aceptó.
También confesó que por esta situación ha tenido problemas para conciliar el sueño. “No pude dormir de pensar dónde podría estar mi amigo, dónde lo van a llevar. No justificó el acto de violencia, pero fue un segundo que se desconectó. Tuvo ese mal acto que sucedió con el señor Hernández, que también lo siento mucho por la familia de él”, añadió.
Pablo Lyle, la reflexión con el paso del tiempo
A lo largo de estos tres años en los que estuvo alejado de su familia y sin poder regresar a su natal México, Pablo pasó por varias etapas emocionales. A principios de 2020, la abogada Sandra Hoyos compartió que su situación emocional se estaba deteriorando.
Con el tiempo, parece haber encontrado un poco de serenidad, según explica su amigo. “Me comentó que estaba tranquilo, estaba en la casa trabajando mucho en él”, reveló Pancheri. “Aprendió muchísimo a conectarse con él, a estar en paz, a darse cuenta de los errores que cometió”, agregó. Además, contó que Lyle ha estado leyendo mucho.
El próximo 26 de octubre, Pablo recibirá su sentencia, misma que podría llevarlo tras las rejas por lo menos por nueve años, según la petición de la fiscalía.