Francisca no podría pedir más a la vida ahora que sus sueños personales se han hecho realidad. La presentadora de Despierta América tiene el trabajo de sus sueños y la familia que tanto imaginó desde su infancia en República Dominicana, cuando deseaba salir en la televisión. Pero con la fama también llegaron las críticas de cómo luce y todo lo que hace, y en más de una ocasión se enfrentó a comentarios negativos sobre su boca torcida, un rasgo que muchos pensaron que era de nacimiento; sin embargo, hay una dolorosa historia detrás de ese detalle en su físico que la propia ex Nuestra Belleza Latina reveló.
“Mucha gente empezó a criticarme, a decirme que tenía la boca torcida. Pero no sabía por qué si no recordaba que en mi adolescencia alguien me lo dijera. Entonces recordé aquel momento en el que, por la incertidumbre, me pasó eso”, reveló en uno de los segmentos del matutino de Univsion durante el marco del Día Mundial de la Salud Mental.
Su camino al éxito no fue nada fácil, estuvo lleno de estrés y preocupaciones por temas económicos que no le garantizaban un buen lugar para dormir o si comería al día siguiente. “Tenía mucha incertidumbre, estar en Nueva York. La mayoría de ustedes saben que tuve muchísimos trabajos ahí. Desde vender ollas en las calles a ser mesera, recalcó. “No sabía qué iba a pasar conmigo en el futuro. Llegó un momento que me estaba volviendo loca. No podía dormir, no quería comer, me levantaba muy estresada”, detalló lo que sentía en ese entonces.
“Un día en particular, me levanté con el corazón a todo lo que daba. De repente sentí que un lado de mi cara se durmió. Me acuerdo que empecé a darme palmadas, a mirarme en el espejo y no podía parar el corazón”, contó. Sin saber lo que sucedía, ella misma se empezó a calmar con respiraciones profundas y calmadas, porque imaginaba que le daría un ataque al corazón y en ese mismo instante moriría. Su técnica funcionó y logró sentirse mejor.
Pero ese episodio de ansiedad había dejado un rastro: “Al día siguiente tenía la boca un poquito torcida. Después me empecé a sentir bien y no le di más mente a eso. Me olvidé hasta ahora que estoy hablándolo aquí” explicó.
La gente notó que tenía la boca torcida, pero ella estaba más enfocada en otras cosas que en ese detalle. Hoy agradece que haya más información sobre el tema, pues aún sin saber mucho, logró reponerse de aquel episodio que quedó grabado en su mente. “Es bueno que se hagan este tipo de segmentos porque, lo que a mí me pasaba, no sabía que era un ataque de ansiedad”.
Por suerte, aquellos días de incertidumbre quedaron atrás y con su trabajo y mucho esfuerzo logró hacer realidad sus sueños. Hoy está muy agradecida con lo que tiene y la persona en la que se ha convertido, llena de experiencias que compartirá con su pequeñito de un año, Gennaro.
Francisca Lachapel, feliz con la forma de su boca
Sin duda, esta característica en su cara llama la atención de mucha gente, aunque hay quienes consideran que es un detalle que podría “solucionar”. A principios de julio, uno de sus seguidores le preguntó durante una sesión de preguntas y respuestas en Instagram por qué no hacía algo en su boca para que “no se te vea chueca”.
Sin ofenderse, la mamá de Gennaro respondió que no le interesaba algo así. “Es como mi marca. Me encanta tener mi boca chueca. Me hace diferente”, expresó. Y continuó con lo mucho que le gusta tener ese detalle único que la hace resaltar: “Mencióname otra boca chueca por ahí”, pidió a quienes hacían ese tipo de observaciones.