Adamari López comparte su lucha con el cáncer: ‘Fue complicado, pero salí bien llevó 18 años como sobreviviente’

Con 33 años y una vida por delante, Adamari López se enteró que tenía cáncer de mama. Para la actriz fue un shock, pero se mantuvo positiva y llena de fe para salir adelante.

“De manera casual me toqué un seno y me encontré que tenía una bolita que no me parecía normal. Pensé que, como tenía el período, pensé que era un nódulo de esos que salen. Pero aun así fui al doctor por otro dolor que me dio en otra parte de cuerpo”.

“Del dolor que tenía en el estómago no salió nada, pero si salió entonces que tenía un tumor, que al radiólogo le pareció un tumor que había que biopsiar. Y de ahí en adelante toda esa montaña rusa de sentimientos y emociones que desencadenaron encontrar que tenía un tumor maligno en el seno, las operaciones, las opiniones médicas y todo el proceso que se tuvo que pasar para recuperarme de la enfermedad”.

Cuando fue diagnosticada, la presentadora estaba en etapa I. “Tuve seis quimioterapias, unas inyecciones que le seguían más la remoción del seno. Más adelante me tuve que remover el otro. Cuando me quité el otro seno me dio una enfermedad de una bacteria que es resistente a la penicilina y que es muy difícil de eliminar del cuerpo”.

No fue un camino fácil, pero afortunadamente todo quedó atrás. “Fue complicado, pero salí bien, llevó 18 años como sobreviviente. Me encuentro bien saludable de buen ánimo y sin deseos de volver a tener ninguna enfermedad, pero con el aprendizaje y la enseñanza de la enfermedad”.

Cuando ‘Ada’ se enteró de la noticia del cáncer, ella estaba recién comprometida con Luis Fonsi. “El golpe más duro es la noticia inicial; de verme bien en ese momento… yo me acaba de comprometer para casarme. Fue como si me dieran un puño en la cara, como si me noquearan. De estar completamente bien a un panorama angustiante”.

La enfermedad le dejó profundas enseñanzas, que sacaron a relucir su personalidad guerrera. “Me enseñó a ser más fuerte. A estar más pendiente de mi salud y a pensar de manera positiva, no dejar que eso me afectara, que mi cabeza era mucho más fuerte que la enfermedad misma que tenía. Ahí aprendí a luchar”.

Adamari recuerda que tras la enfermedad, le vinieron un cúmulo de emociones y encontraba nuevas motivaciones todos los días para enfrentar la situación. Una de las cosas que le dio más fuerza fue su próxima boda con Luis Fonsi.

“Siempre buscaba nuevas motivaciones, luego vino la motivación de la boda, que también me hizo seguir agarrando fuerza, gallardía para poder seguir, pensando que iba a volver a ser todo normal bonito”.

Adamari recuerda que tras la enfermedad, le vinieron un cúmulo de emociones y encontraba nuevas motivaciones todos los días para enfrentar la situación. Una de las cosas que le dio más fuerza fue su próxima boda con Luis Fonsi.

“Siempre buscaba nuevas motivaciones, luego vino la motivación de la boda, que también me hizo seguir agarrando fuerza, gallardía para poder seguir, pensando que iba a volver a ser todo normal bonito”.

Pero la presentadora de televisión enfrentó un nuevo reto, pues en 2010, puso fin a su matrimonio con Luis Fonsi. “Viene la separación, el divorcio. Para mí fueron unos años como una montaña rusa fueron momentos muy lindos, muy hermosos y luego momentos de picada, y luego de volverme a levantar. Lo que hay es que hay que enfocarse y aprender de los momentos difíciles”.

Pero la presentadora de televisión enfrentó un nuevo reto, pues en 2010, puso fin a su matrimonio con Luis Fonsi. “Viene la separación, el divorcio. Para mí fueron unos años como una montaña rusa fueron momentos muy lindos, muy hermosos y luego momentos de picada, y luego de volverme a levantar. Lo que hay es que hay que enfocarse y aprender de los momentos difíciles”.

Hoy a sus 51 años, como sobreviviente de cáncer, tras dos sonadas rupturas y una figura renovada, ‘Ada’ está mejor que nunca en su faceta personal y profesional.

“Me siento súper bien con el cambió que he dado, me siento orgullosa de poder haberlo logrado de seguir trabajando todos los días para mantenerme. Yo quiero comerme todo lo que me gusta, pero no quiero volver al peso que tenía. Es una lucha diaria por seguir estando bien físicamente y emocionalmente”.