La Abadía de Westminster alberga a la familia real británica y a los representantes de muchos mandatarios del mundo para darle el último adiós a la reina Isabel II. Alrededor de 2 mil personas han estado presentes en este homenaje, el primero de estas características que se celebra en Reino Unido en casi seis décadas, cuando tuvo lugar el último adiós al que fuera primer ministro británico, Winston Churchill, el 30 de enero de 1965.
Antes que su cuerpo parta al Castillo de Winsor, el féretro de su Majestad estuvo acompañado en todo momento de los suyos en un acto de respeto que ha sido prolongado desde hace varios días.
El Rey Carlos III, ha llevado el uniforme de la Royal Navy, el collar de la Orden de la Jarretera, la Orden de la Faja del Cardo, al cuello, la Orden del Merito, Garter Star, y otros medallas.
La princesa Beatriz y su esposo, Edoardo Mapelli Mozzi, llegó para el funeral de la reina Isabel II junto a familiares cercanos. La pareja estuvo vestida toda de negro en señal de luto.
La familia real caminó detrás del féretro de Isabel II hasta llegar a la Abadía de Westminster. El príncipe Harry y el príncipe Andrés, uno de sus tíos, no usaron el uniforme militar en este último adiós a la monarca.
El príncipe George ha mostrado una madurez perfecta en todo momento y mantiene las costumbres reales que le servirán a futuro para algún día convertirse en rey.
La Familia Real al completo se han congregado para despedir con toda la majestuosidad a la reina, en el mismo lugar en el que fue coronada y se casó con su gran amor, el duque de Edimburgo.