charyt n© Omar Cruz

Entrevista HOLA! USA

Charytín nos contagia de optimismo con los detalles de su libro ‘El tiempo pasa… ¡pero yo no!’

La Rubia de América cuenta como nunca su propia historia, con los altibajos de su vida personal y el ánimo para seguir adelante


Redactora Senior
Septiembre 13, 2022 12:26 PM EDT

La vida de Charytín está llena de matices y experiencias tan propias que sólo ella podría contar con un toque especial. Conocida con mucho cariño como La Rubia de América, la originaria de Santa Lucía, República Dominicana, nos obsequia sus memorias en El tiempo pasa… ¡pero yo no! (Harpers Collins). Un libro en el que detalla los pormenores que dieron sabor a su vida no sólo en el ámbito artístico, sino también en lo familiar.

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En una charla con HOLA! USA, la cantante, compositora, actriz y hoy escritora, nos habla a detalle sobre cómo decidió plasmar en papel su propia historia, los inicios de su carrera y los momentos más dolorosos de su vida. Un viaje de lo más íntimo en el que también recuerda su camino a la fama y la alegría de convertirse en abuela luego de vivir una historia de amor desde 1974 con el inolvidable Elín Ortiz, a quien a seis años de su partida, aún honra día a día.

© Omar Cruz

María del Rosario Goico Rodríguez, mejor conocida como Charytín ha visto de todo, y con la experiencia de los años nos comparte su mejor consejo para superar pérdidas al mismo tiempo que hace un repaso sobre las presentadoras actuales en la televisión y cómo desde hace 15 años predecía un gran futuro para  Alejandra Espinoza .

Con una sonrisa sincera y una chispa singular, Charytín aborda todos los temas que siempre han causado curiosidad entre sus seguidores, incluyendo sus secretos de belleza y el camino que pudo haber tomado de no ser artista. Una autobiografía que desde hoy está a la venta y que incluye un prólogo de  Gloria Estefan  para describir a una mujer única que nos contagia de alegría.


Con una trayectoria de tantos años frente a las cámaras, lo único que te faltaba era escribir un libro, ¿cómo surge la idea de esta publicación?

“Después de una carrera en la que he hecho tantas cosas, la gente me pedía que contara mis historias de amor, los secretos de belleza, y todo ese tipo de cosas. Pero nunca lo visualicé. Para mí es como lograr algo que no había pensado hacer, pero que me di cuenta de que sí podían hacer una historia mía equivocada de lo que había sido mi vida. Y mucha gente me lo dijo: ‘Chary, van a escribir tu vida y te vas a arrepentir de no haber hecho tu propio libro, tu propia historia’.

Llegó la pandemia, tuve que ir a Miami en 2020, y cuando termina ‘Tu Cara me Suena’ en diciembre de ese año, me habló la editorial Harpers Collins y fue ahí que decidí que a principios de 2021 empezaría mi libro.

Empecé en febrero y terminé en noviembre. Me dio mucho trabajo porque fue recordar, vivir de nuevo todo lo que había pasado. Muchas etapas de mi vida fueron difíciles y reviví todo. ¡Pero estoy muy contenta de haberlo hecho!”.

¿Cuáles fueron esos temas que te dieron tanto trabajo?

“Siempre fueron los de mi infancia hasta mi tiempo antes de casarme. Esa etapa de la niñez, la adolescencia. Lo otro... tuve etapas pero no difíciles que digamos de sufrimientos, aunque perdí hijos y cosas que me afectaron mucho, pero la etapa más dura fue la primera parte de mi vida”.

¿Hubo algo que se te pudo haber pasado incluir en el libro?

“Ha habido detalles, pero creo que si algo no surgió en el momento, es poque no era importante.

Cuando estás haciendo algo y hay un detalle que no pones, no te acuerdas o no sucede, es porque no tenía que estar ahí. Es como cuando a tu cumpleaños llegan tres personas, pero no las que querías, esas que no fueron no tenían que estar ahí.

Entonces, eso que olvidé, no hacía falta”.


© Charytín

Charytín, ‘El tiempo pasa… ¡pero yo no!’


¿Hay algún mensaje o reflexión que dejes a tus fans con El tiempo pasa… ¡pero yo no!?

“Cuando piensas que una persona no ha pasado por nada malo y lees su historia, te das cuenta de que no son historias fáciles desde chiquitos hasta el último día. Y la vida se trata de levantarse cada día, vivirlo con entusiasmo y orgullo, no perderlo nunca.

Eso es lo que está plasmado en mi libro desde que nací hasta finales de 2021 que lo terminé. Y esa es la enseñanza que puedo dejar, de levantarse si importar los obstáculos que la vida te imponga”.

Conocemos esta parte de tu vida amorosa y cómo no lograste hacer realidad tu sueño de casarte por la iglesia con Elín Ortíz

“¡Ay, Dios mío! ¡Cuánto luché, cuánto pedí! Nunca pude. No pude comulgar en 45 años, pero tampoco dejé de ir a la iglesia. Sabía que estaba bendecida con él, pero nunca me pude casar por la iglesia con ese hombre. ¡Qué cosa tan grande!”.

Tu historia se expande en generaciones, ¿cómo te enteraste de que serías abuela?

“¡Sí! Tengo tres nietos bellos, dos que son mellizos de seis años y por parte de mi hijo Shalim. En mi familia, por parte de mi madre todo el mundo es mellizo, me tocaron a mí esos nietos. Fue una emoción muy grande para mí.

Aún tengo mis hijos mellizos que no se han casado -mi hija Sharinna y mi hijo Alexander-, entonces me esperan un montón de nietos más que estoy loca por conocer. Les digo que no se esperen mucho, pero sé que me espera aún más si Dios me lo permite”.


© Charytín

Elín y Charytín. Renovación de votos en Disney World para el especial de televisión en Telefutura, 2007


¿Cómo fue tu experiencia como mamá?

“Fue una etapa linda. Algo que pude vivir con todo y lo de ser artista porque a mis hijos los crié yo.

Con mis nietos es diferente porque no me encargo yo de criarlos, por eso se quieren tanto a los nietos. Agradezco mucho esa familia tan grande que tengo”.

¿Tus nietos tienen algún sobrenombre para ti?

“Los dos pequeños hablan inglés y español porque son norteamericanos y tienen una nana hispana. Siempre les digo que me hablen en español, así que cuando el mayor me llamaba ‘Charytín’, yo le dije que él no me iba a decir así, que tenía que decirme ‘abuelita’.

Lo cambió por ‘Abue-Chary’. Se quedó así y soy Abue-Chary para ellos. ¡Me encanta que me digan así!”.

¿Cómo es que surgió el deseo de ser parte del mundo del espectáculo?

“Desde que nací, desde que era pequeñita. A mí me llevaron de un año y pico para España, fue mi madre cuando se divorció de mi padre. Mi abuela dijo: ‘Nos vamos para España’. Antes de irme, mis tíos y primos me enseñaron cantidad de malas palabras, y en el barco de ida, cuando el capitán se enteró, me subían a su mesa para decir todas las malas palabras del mundo. Me aplaudían tanto, y yo gozaba cuando la gente se reía. Ese mundo nunca me dio miedo. Era artística desde pequeña.

A los seis años, empecé a componer canciones. Grabé algunas de ellas, muy de niñas. Me di cuenta de que yo nací así. Fui una artista desde muy chiquita.

A mi mamá le decían que era rara, pero ella sabía que yo era diferente porque cantaba, me ponía ropita a lo loco... Fui artista desde siempre.

Más grande vi que ese mundo había que trabajarlo. Y empecé a investigar y esforzarme para llegar a la televisión y ser lo que yo quería ser. Ahí empecé a luchar por mis sueños”.


© Charytín

Charytín junto a sus hermanas, sobrinos e hijos


¿Alguna vez pensaste qué habrías sido de no haberte convertido en artista?

“¡Ay, Dios mío! Yo estudié Contabilidad. Era muy buena para los números, pero qué aburrido hubiera sido para mí, de verdad. No quiero decir que los contadores son aburridos, ¡hacen mucha falta! (risas). Pero hubiera sido raro para mí”.

De las presentadoras actuales, ¿a quién ves que pueda seguir tu legado en el espectáculo?

“En este momento, hay cantidad de muchachas que son bonitas y que no dependen de esa belleza para tener el talento de hablar a la cámara con una serenidad, con propiedad. Por ahí hay unas cuantas.

Hace mucho tiempo mencioné a Alejandra Espinoza. Ahora no voy a mencionar nombres, pero hace 15 años a ella la empecé a ver porque tiene una voz fuerte, grave. Tiene un estilo muy particular, una clave para lograr el éxito porque siempre tienes que ser tú, no parecerte a nadie. Lo vi en ella hace 15 años, tenía muchos requisitos necesarios y así fue”.

¿Has retomado tu vida amorosa?

“No, lo aclaré cuando mi esposo murió. El tiempo del amor profundo... desde que él falleció, yo no puedo amar a nadie. Esa parte de mi vida la hice, sufrí mucho cuando se me fue porque él era todo para mí: mi maestro, mi mánager, mi marido... ¡él era todo! Y uno se queda en el aire.

Sabía que también de eso me iba a levantar, y esa etapa del amor de pareja se cumplió. Estoy abierta a otra clase de amor, al de los hijos, los nietos, de la gente”.


© Charytín

Charytín en promocion de ‘Las Rosas Blancas’, en 1975


¿Qué le aconsejas a quienes puedan estar pasando por una pérdida tan grande en la que no parecen ver la luz al final del túnel?

“Lo primero, es que el duelo lo tienes que vivir. No negarlo. Tienes que llorar a esa persona y saber que se fue.

Lo importante de todo esto es que Dios nos da sólo una vida, y la tuya sigue. Esa persona partió porque le tocaba partir. Y esta que nos queda, hay que dar gracias al Señor, y a seguir viviendo, tratando de ser feliz.

Pasa tu duelo y sigue para adelante. No puedes estar la vida entera sin ir a ningún lado ni hacer nada. Conozco personas que no han podido superar en años la partida de un ser amado.

Da trabajo, mucho dolor. Hoy han pasado seis años de que se fue mi esposo, pero al año me recuperé. Seguí mi vida porque tenía que hacerlo, me fui a teatro, televisión... Lo hice para agradecer por mi propia vida”.




“Mucha gente se va, pero si Dios te permite seguir en este mundo, hay que echar para adelante con el recuerdo”. - Charytín

¿Cómo te gustaría ser recordada?

“El libro no hará que la gente me recuerde. La gente lo hará por lo que ha visto de mí, y en él verán a una persona luchadora que siempre echó para adelante sin importar lo que pasaba.

Cuando yo perdí a aquel hijo, nunca pensé que me podría levantar. Pero lo hice. Y después de un tiempo tuve mellizos. Entonces, quiero que me recuerden como una persona que tuvo una vida fuerte, que trabajó desde muy jovencita hasta el último día de su vida. Siempre con agradecimiento a Dios por la vida y aprovechando cada minuto de mi existencia”.