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dayanara torres© @dayanarapr

De víctima de bullying a Miss Universo: Dayanara Torres revela sus duros años en el colegio

La reina de belleza contó que no tenía amigas y que la molestaban por sus humildes orígenes y su aspecto


Monica Tirado
Editora de Actualidad
Septiembre 7, 2022 6:04 PM EDT

 Dayanara Torres  es conocida por su belleza y presencia ante las cámaras; tan solo en 1993 triunfó como Miss Universo, llenando de orgullo a su natal Puerto Rico. Sin embargo, no siempre fue así; pues siendo tan solo una niña, sufrió de bullying escolar por  sus humildes orígenes , así como por su físico. Torres, de 47 años, participó en el podcast Lo que no se habla de Giselle Blondet, y narró cómo fueron esos dolorosos años entre la infancia y la adolescencia, en los que las niñas de su colegio la atormentaban, mientras ella se preparaba para representar su comunidad en Miss Puerto Rico, por allá de los noventas.

Dayanara Torres a los 28 años de su triunfo en el MissUniverso© Hola
Dayanara Torres sufrió mucho en su etapa escolar

La amena conversación arrancó con la infacia de Dayanara y sus días en la finca en las afueras de Toa Alta, con sus padres y sus tres hermanos. Pese a la complicada situación por la que pasaban, aseguró que las risas nunca faltaron en su hogar. Pero eso cambió cuando fue a una escuela privada y empezó a darse cuenta de las diferencias que había entre ella y sus compñaeritas. “Con todo y que no había recursos, menos recursos había porque mi papá todo lo que ganaba lo gastaba en los colegios. Él quería darnos escuela privada. Tu veías (coche) Mercedes, BMW, y estos Datsun con siete colores… ahí iba yo”, recordó la también presentadora. “Fue un poquito doloroso, fue un poquito fuerte, chocante, porque en mi vida no me faltaba nada, verme tan comparada en una escuela, que era la educación que mi papá nos quería dar”.

Hubo momentos en los que Dayanara sí llegó a sentirse fuera de lugar, en una escuela donde sus compañeros vivían a todo lujo. “Sí hay momentos donde uno se sentía un poquito diferente, porque acuérdate que estoy en un ambiente diferente la mío. Yo le pude haber dicho a mi papá por ejemplo, que mejor me dejara en la esquina que yo caminaba. Y ahora de grande, viendo el sacrificio que hicieron, digo ‘¿qué es eso?, ¿por qué me sentía así?’”.

Incluso, recordó como algunas niñas del colegio la siguieron a su casa, para burlarse de la finca de sus padres y se reían de ella sin parar. “Jamás entendí cuál era el propósito de algo así, pero de que me rompieron el corazón, lo hicieron...”.

En cuanto a su aspecto físico, Dayanara reveló que era la típica chica con frenos, anteojos e insegura que no se defendía y prefería callar que alzar la voz. “Yo me ocultaba mucho. Yo tenía frenos, yo tenía esos frenos… linda, linda me veía, yo tenía lentes. Me decían ‘cuatro ojos’, ‘poni’, me decían ‘comecoco’, es que mis dientes eran los peores, eran totalmente para afuera”.

Dayanara Torres© @dayanarapr
Dayanara Torres se convirtió en todo un ejemplo de belleza y fortaleza

Pero ese ‘comecoco’, como le decían, secretamente se estaba preparando para competir en Miss Puerto Rico, representando a Toa Alta. Dayanara Torres y su madre fueron abordadas un día en la plaza de dicha localidad, donde captaron la atención de tres de los organizadores del concurso, quienes se empeñaron en que Dayanara fuera la representante. Así que, de lunes a viernes iba a la escuela y los fines de semana aprendía a caminar en tacones, a modelar, a sonreír frente a las cámaras, entre otras cosas.

“Yo terminó la preparatoria, el 12° grado, me gradúo en mayo, y en julio, cuando tenía 17 años gano Miss Puerto Rico. Nadie en la escuela lo sabía. No le dije a nadie”, recordó con Giselle, a quien le reveló que además no tenía amigas verdaderas, y las pocas que estaban a su lado, no las sentía como auténticas. “No les decía nada, yo pensaba que se iban a reír de mí. Nunca me sentí cómoda para decirle a ninguna de ellas”.

Tras Miss Puerto Rico, Torres se preparó para dar el siguiente paso y finalmente representó a su país en Miss Universo 1993, en la Ciudad de México y se coronó como la mujer más bella del mundo.