En su personaje de Daenerys Targaryen, en Game of Thrones, Emilia Clarke se enfrentó a las batallas más desafiantes y los capítulos más intensos, pero en la vida real también ha peleado –litarelamente—por sobrevivir. Hace 11 años, después de filmar la primera temporada de la saga , la actriz sufrió dos aneurismas, que pudieron costarle la vida o causarle secuelas irreversibles. En una reciente entrevista con el programa One Sunday Morning de la BBC, la estrella de 35 años reveló que le falta “bastante” cerebro y que le parece asombroso que, después de haber sufrido dos aneurismas, sea capaz de llevar una vida normal, como cualquier persona.
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“Con la cantidad de cerebro que tengo inutilizado, es increíble que sea capaz de hablar, a veces articuladamente, y vivir mi vida con total normalidad sin absolutamente ninguna repercusión”, dijo Clarke. “Pertenezco a una muy, muy, muy pequeña minoría de personas que sobreviven a eso”, añadió la estrella de películas como Me before you. “¡(Me) falta bastante (cerebro)! A veces hasta me provoca risa. En los accidentes cerebrovasculares, básicamente, en cuanto cualquier parte del cerebro no recibe sangre durante un segundo, desaparece. Y así, la sangre encuentra una ruta diferente para moverse, pero luego, lo que sea que falta, desaparece”.
Dos aneurismas y la afasia
Esta no es la primera vez que Clarke se sincera sobre este problema de salud que marcó su vida. En 2019, a través de un artículo publicado en el New Yorker la intérprete reveló que el estrés y la fama trastocaron su vida: “Estaba aterrada. Aterrorizada por la atención, por un negocio que apenas entendía, por hacer honor a la confianza que los creadores de Game of Thrones habían puesto en mí. Me sentí, en todos los sentidos, expuesta. En el primer episodio aparecí desnuda y a partir de ahí siempre me hice la misma pregunta: ‘Haces de una mujer fuerte y, sin embargo, te quitas la ropa, ¿por qué?”.
Fue durante una sesión de ejercicios cuando empezó a sentirse mal y en los vestidores del lugar, se desvaneció. “Me hicieron una resonancia magnética, una exploración del cerebro. El diagnóstico fue rápido y siniestro: una hemorragia subaracnoidea (SAH, por sus siglas en inglés), un tipo de accidente cerebrovascular potencialmente mortal, causado por una hemorragia en el espacio que rodea el cerebro. Tuve un aneurisma, una ruptura arterial”, relató la actriz. Tras ese diagnóstico, se sometió a su primera operación.
Pero eso no sería todo, pues también se enfrentó a un episodio de afasia, una afección que afecta la capacidad para comunicarse, según la Mayo Clinic. “De mi boca salían palabras sin sentido alguno y entré en pánico. Nunca había experimentado un miedo como ese. Podía ver mi vida pasar por delante y no valía la pena vivirla. Yo soy actriz, necesito recordar mis textos, y ahora no podía recordar ni mi nombre”. En 2013, le detectaron el segundo aneurisma, del cual le costó más trabajo reponerse, pero su trabajo en la serie de HBO la mantuvo a flote.
En 2019 lanzó su fundación Same You, la cual ayuda a las personas que sufrieron la misma condición que ella, ya que las lesiones cerebrales y los accidentes cereborvasculares son más comunes de lo parece y las consecuencias muchas veces son permanentes.