El pasado jueves 14 de julio, Ivana Trump fue hallada sin vida al pie de las escaleras de su lujosa casa en Nueva York a los 73 años. Al principio se manejó la idea de que la exesposa de Donald Trump había fallecido a causa de un infarto; sin embargo, un día después de su deceso se notificó la verdadera causa de su muerte y fue debido a “lesiones por impacto contundente del torso”, después de haber sufrido un accidente.
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A unos días de su trágico y lamentable deceso, una de las mejores amigas de Ivana reveló su preocupación por un detalle en las escaleras de su lujoso domicilio situado en el Upper East Side de Manhattan. Se trata de una alfombra que adornada esa parte de su propiedad la cual fue descrita a detalle por ella misma.
“Tengo que decirles algo, ese siempre ha sido mi miedo”, dijo Nikki Haskell a Extra TV. “Tenía una de esas escaleras realmente hermosas por las que era imposible caminar. Muy estrecha en la parte interna de los escalones y más ancha por fuera. Siempre tuve miedo de que se cayera. No sé qué pasó, pero no me cuesta creer que eso fue lo que pasó: una escalera traicionera”.
Se dice que la madre de Ivanka, de 40 años, Eric, de 38, y Donald Jr., de 44, sufría presuntamente de dolores de cadera y tenía problemas para caminar. La oficina del médico forense de dicha ciudad ha considerado que su muerte fue accidental, ya que fue encontrada al pie de dicha escalinata.
De hecho, el columnista de chimentos Rob Shuter dijo el viernes por la noche en News Nation que había visitado el departamento y también calificó la escalera de “traicionera”.
“El departamento no estaba tan renovado ni tan actualizado como se podría pensar”, señaló Shuter. “Esas escaleras siempre fueron peligrosas. La alfombra de esas escaleras también estaba un poco gastada”, agregó.
Según otras declaraciones de personas allegadas a ella, Ivana se había aislado muhco durante los últmos años por miedo a contagiarse del coronavirus; pero, estaba a punto de reincorporarse plenamente a la vida social y se estaba preparando para viajar de Nueva York a Saint Tropez, Francia, donde tenía una casa.