Brad Pitt ha tenido un cambio significativo en los últimos años, un poco por la pandemia y un tanto más por su mediática separación de Angelina Jolie. Dejó de tomar, de fumar y a la par, continuó con su carrera como actor, ese mundo que conoció a finales de los 80s, cuando llegó a Hollywood en busca de su gran oportunidad, pero que en meses recientes empieza a ver como una etapa que pronto quedará en el pasado.
“De un tiempo a esta parte, me veo ya en mi última etapa, es el último semestre o trimestre”, expresa de lo más tranquilo en una entrevista muy intima para GQ. Brad no toma esta decisión a la ligera, más allá de decir “hasta aquí”, balancea el futuro y lo qué hará con su vida a los 58 años.
Él mismo se pregunta: “¿Cómo va a ser esta nueva fase? ¿Cómo voy a planteármela?”, un tema recurrente que no deja de lado.
Brad se cuestiona el futuro, aunque en sus hobbies presentes podría tener la respuesta. Dice adiós a la actuación, pero seguirá presente en Hollywood como director y productor, un trabajo que explota su personalidad más creativa gracias a Plan B Entertainment, su casa productora.
En su charla, no sólo abrió su corazón sobre la realidad en la que vive, asegurando que es una persona solitaria que va de su casa en Craftsman, en Hollywood Hills a otra más en Santa Bárbara. Pero es en la primera en donde desata su pasión por el arte en varias expresiones, como la música.
Junto a sus amigos, entre ellos Flea, bajista de los Red Hot Chili Peppers, o el director Spike Jonze pasa horas tocando la guitarra sólo como pasatiempo, pero con una gran pasión que lo hace mantenerse ocupado.
Brad confiesa que le encanta hacer manualidades, por lo que se dedicó a trabajar cerámica hasta crear sus propias piezas de porcelana, pero no una tradicional, sino una variante mucho más gruesa que lleva su propio sello.
Brad Pitt, un hombre ocupado
Antes de decir adiós al mundo de la actuación, Brad Pitt volverá a las pantallas con Bullet Train, una cinta basada en el cómic homónimo que narra la travesía de cinco asesinos en misiones conjuntas que van a bordo de un tren. Es en esta entrega en la que lo vemos interactuar con Bad Bunny en una pelea a muerte, una de las películas más esperadas del verano.
Su tiempo también quedará dividido en otra de sus recientes pasiones, el vino. En 2018 él y su entonces esposa, Angelina Jolie, compraron un terreno para convertirlo en viñedo. La finca Château Miraval, en la Provenza, no sólo es cuna de un champán rosé muy solicitado por su estándar de primera categoría; sino que también cobró mucha notoriedad por ser una de las amenazas de la discordia en el divorcio de ambas estrellas. Y es que hace poco salió a relucir que Angelina había vendido parte del lugar, algo que a Brad le afectó de manera no sólo personal, sino también de negocios, por lo que considera demandarla por daños.