En una reciente entrevista, Bradley Cooper abrió su corazón para desenfundar un episodio poco afable de su juventud el cual tiene que ver con algunos excesos que experimentó. Sus problemas personales estuvieron marcados por las drogas, el alcohol y la depresión, así lo explicó él mismo durante su intervención el el podcast Smartless junto al también actor Will Arnett, a quien lo une una gran amistad de años. Ambos hablaron sobre ese lazo amical que aún mantienen y se lanzaron a revivir los momentos que pasaron durante las horas más bajas del protagonista de Ha nacido una estrella.
Arnett, repasó aquella senda que transitó con Cooper cuando este cayó bajo las garras de las adicciones con tan solo 20 años. “Yo te quería mucho y quería que estuvieras bien, y sabía que no te sentías nada bien con todo aquello”. A lo que el Bradley respondió: “Estaba muy perdido y era adicto a la cocaína”.
En la charla, el actor de 47 años admitió que se dio cuenta de lo grave del asunto gracias a una plática que tuvo con su compañero de vida en 2004. En ese entonces, su autoestima estaba por los suelos y pensaba que no era nadie ante los ojos de los demás.
“¿Cómo podría hacerlos si sentía que no valía nada? No podía salir de fiesta, ninguna chica se fijaba en mí . Estaba totalmente deprimido. Y no fue hasta The Hangover cuando conseguí mejorar del todo, y ahí ya tenía 26 años”, comentó.
“Atravesé todos aquellos problemas incluso antes de que la fama jugara un papel en mi vida. Todo aquello ocurrió antes de que viniera lo demás”, detalló el actor al enfatizar que todo aquello ocurrió antes de que tuviera fama.
Del mismo modo, Cooper mencionó que el hecho de ser padre de Lea, hija que tuvo con su ex Irina Shayk, le supone un punto a favor en su vida: “Todo se magnifica y llena de color cuando me paro a pensar en que soy padre de un ser humano maravilloso. Eso es absolutamente lo mejor”.