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Rafa Nadal y Mery Perelló no han dejado de llamar la atención en sus últimas apariciones públicas. No sólo en Francia, en el torneo de Roland Garros, en donde el español pasó a finales tras la lesión de Alexander Zverev; sino también en la final de la Champions League, en París. Y es que los seguidores de ambos han notado algunos detalles, como los signos de fatiga en ella, que de inmediato encendieron las alertas de embarazo.
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En las gradas del torneo de tenis, Mery, también conocida como Xisca, fue captada bostezando, un gesto de cansancio propio de las primeras semanas de la dulce espera. Si bien podría tratarse de un desvelo, resulta confuso, pues ella es conocida por estar de lo más animada al ver a su amado en acción.
Los más observadores también notaron que la familia de Nadal, en especial su hermana María Isabel y su padre, estuvieron muy al pendiente de ella durante las cuatro horas del partido.
Estas pistas se suman a su presencia en la Champions League, en donde ella destacó por ser la única en llevar puesta una mascarilla. Si bien continuamos en una situación de contagios a nivel mundial, el uso del cubrebocas es opcional en ciertos lugares, por lo que la gente a su alrededor celebraba el partido sin él. También se sabe que esta medida es recomendable para personas con cuidados especiales, como es el caso de las embarazada, por lo que se convirtió en otra pista a la cual poner atención.
A pesar de los rumores, la pareja no ha hecho comentarios al respecto. Lo que sí es real es que Nadal y Perelló desean convertirse en padres, en especial después de una relación de 17 años. Ambos se conocieron gracias a María Isabel, quien era amiga de Mery en el colegio. Luego de 14 años de relación, la pareja se dio el “sí, acepto” el 19 de octubre de 2019 en una boda de ensueño que se realizó en la mansión de la Fortalesa del Port de Pollença.
Los planes de Rafa Nadal que también sugieren que llegará la cigüeña
Aunque Rafa pasó a la final de Roland Garros, desde hace tiempo sugiere que podría poner punto final a su carrera. No sólo por el síndrome de Müller-Weiss que padece, sino por su deseo de convertirse en papá.
“Si vienen niños, habrá un cambio. Es algo que probablemente sucederá en el futuro, porque ambos lo queremos”, dijo convencido no hace mucho, esperando que en los próximos años su vida se enfoque en un bebé más que en la preparación para darlo todo en la cancha.