Reinas de Nuestra Belleza Latina: ¿Qué hacían antes de ser famosas?

Antes de ser uno de los rostros más conocidos de la televisión, Alejandra Espinoza trabajó en un restaurante de comida rápida para ayudar a sus padres. ‘Ale’ y su familia eran de Tijuana, Baja California, ciudad ubicada en la frontera con Estados Unidos. Sus padres querían que recibieran una educación mejor, por lo que todos los días cruzaban la frontera de México con Estados Unidos para llevarlos al colegio.

Así estuvieron por unos años, hasta que el padre de ella enfermó y decidieron mudarse a San Isidro, California. Así fue como ‘Ale’ empezó a trabajar para apoyar la economía familiar. En 2007 se convirtió en la ganadora de Nuestra Belleza Latina.

Tras ganar NBL, Alejandra construyó una sólida carrera como presentadora de diversos programas en la cadena de TelevisaUnivision, además de tener una formación como actriz. Actualmente, aparece en la telenovela Corazón Guerrero.

Desde niña, Ana Patricia Gámez, se mantuvo activa y con cariño suele recordar sus humildes orígenes. En su podcast Sin Filtro, la conductora de Enamorándonos reveló cuál fue su primer trabajo.

“En las vacaciones de verano del año 2000, que duraban dos meses, mi tía Rosa me dijo que, si quería trabajar con ella en un almacén de retazos de tela y, por supuesto, contesté de manera afirmativa. Me acuerdo de que me pagaban 250 pesos ($12.47 dólares aprox.) a la semana y mi trabajo era doblar tela, pero yo me fui mucho más allá y me ponía a acomodarlas por tipo o por color. Creo que de ahí nació mi amor por la costura”, contó Ana Patricia.

Además de ese empleo, Ana también ayudaba a sus padres con la tienda de abarrotes que tenían o se iba a la sastrería de su abuelo y se ponía a barrer el piso.

En 2010, la guapa joven originaria de Navojoa, Sonora, fue coronada como la ganadora de Nuestra Belleza Latina.

Luego de ganar en NBL, Ana Patricia entró como presentadora a Despierta América, emisión en la que trabajó por ocho años. Actualmente, está como conductora de Enamorándonos, tras una breve pausa de la pantalla chica.

Francisca Lachapel es una de las conductoras más queridas de la televisión hispana, pero antes de lograrlo, se las vio muy duras… En una entrevista, recordó cuando de niña tenía grandes sueños de ser famosa, pero su mamá le dijo que ese tipo de cosas no eran más que ilusiones. “Mi mamá me adora y me quiere, pero me decía: ‘Eso no es para gente como nosotras’ porque éramos pobres. Las muchachitas que son así blanquitas y con el pelo nuevo le pasan esas cosas, pero a las niñas como tú, no’”.

Víctima de las condiciones más humildes en su natal Azúa, en República Dominicana, con solo 20 años, Lachapel abandonó su país para emigrar a Estados Unidos en busca de una mejor vida.

Al llegar a Nueva York, estaba sola, no tenía dónde vivir y estaba sin papeles; era indocumentada. Lachapel consiguió un trabajo como vendedora de ollas y ese empleo la mantuvo a flote por un tiempo, hasta que encontró la oportunidad de Nuestra Belleza Latina y ganó en 2015.

En abril pasado, ‘Fran’ regularizó su estatus y ya es ciudadana de Estados Unidos. Además de eso, tiene una sólida carrera como presentadora en Despierta América y también se ha abierto camino como actriz, gracias a su participación en la telenovela Despertar Contigo.

Antes de la corona de NBL y de ser presentadora de El Gordo y la Flaca, ‘Clari’, de origen dominicano, trabajaba en un consultorio dental. En una entrevista con HOLA! USA, Molina habló de su pasado. “De parte de mi madre, tengo a una persona que tiene su propia práctica dental y también de parte de padre tengo dos personas que trabajan en esa industria. Antes de Nuestra Belleza Latina, yo trabajaba en dos; en una oficina dental y la otra son fabricantes dentales que le suplen a diferentes personas alrededor del mundo, así que ese fue mi último trabajo antes de NBL, yo hacía el servicio al cliente. Aprendí muchísimo, me encantaba… pero obviamente tenía el sueño de lograr mi propósito de estar en el entretenimiento”.

Clarissa Molina se coronó como Nuestra Belleza Latina VIP en 2016, pero antes de ser reina participó en la edición de 2015, pero no ganó. ‘Clari’ no se rindió y logró hacerse de la corona al año siguiente.

En diciembre de 2015, Molina fue la representante de República Dominicana para Miss Universo.

Clarissa Molina ha construido una gran carrera como presentadora; actualmente la podemos ver en El Gordo y la Flaca. También se ha destacado como actriz de cine en películas como Qué León y Los Leones.

Marisela de Montecristo tiene una historia muy dura. La originaria de El Salvador, abandonó su país debido a la extrema violencia y las condiciones de pobreza en las que vivía. En su documental La joya que revienta, reveló cómo era su vida. “Era una niña sin futuro. Yo jugaba literalmente en la tierra porque no tenía juguetes”.

“Lamentablemente éramos muy pobres, muy humildes. Nací en esta situación. Aprendí a valorar lo que son las cosas, lo que es el trabajo y ganarte las cosas con mucho esfuerzo”, se le oye decir en la producción, lanzada en 2018.

“Soy de una tierra dura, y como ella misma, me he hecho una mujer fuerte”, confesó. Debido a esta situación, emigró a Las Vegas, Nevada dónde se refugió con la comunidad salvadoreña de esa ciudad. Estando en Las Vegas, Marisela hizo su audición para NBL y se quedó en el concurso.

En 2013, De Montecristo se convirtió en la triunfadora. En 2018, representó a su país en el certamen de Miss Universo.

Aunque está un poco alejada de las redes, sabemos que Marisela está felizmente casada con Petro Kostiv. En su último post, la salvadoreña pidió una oración por Ucrania, pues la familia de su marido es de origen ucraniano.

En esta fotografía, Marisela y Petro aparecen posando en una de las plazas principales de Kiev.