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En los últimos años, Luis Miguel se ha mantenido alejado de los reflectores, pero en ocasiones suele ser captado por los paparazzi o aparece como el inesperado protagonista de las fotografías de sus amigos y fans. En el marco de las celebraciones por su cumpleaños 52, el intérprete de La Incondicional reapareció en las redes sociales graicas a una de sus amigas cercanas, la filántropa Hanna Jaff, quien compartió un par de fotografías de ‘El Sol’ y le dedicó una cariñosa felicitación. Jaff estuvo casada en 2020 con el primo segundo de las princesas Eugenia y Beatriz de York.
© @hannajaffEn su perfil de Instagram, donde tiene más de un millón de seguidores, Jaff publicó una imagen en la que Luis Miguel aparece de perfil, viendo hacia el horizonte, mientras que Hanna se deja ver en un primer plano. La también autora de libros le extendió una cariñosa felicitación y se refirió a él como su ‘amigo’. Jaff comentó la fotografía escribió: “🎂Feliz cumpleaños @lmxlm! Eres una gran persona, amigo e icono. Gracias por tanto 🥳”.
© @hannajaffAdemás de eso, en sus stories, Jaff compartió una imagen más al lado de ‘El Sol’ y el hermano menor de este, Alejandro Basteri, con el que al parecer tiene una amistad, ya que ambos se siguen mutuamente en sus redes. Incluso, Alejandro sigue a Hanna en su cuenta privada, en la que solo tiene a sus amigos y familiares.
Quizá el rostro de Hanna te sea conocido, pues se trata de la socialité latina que se casó con Henry Roper-Curzon, primo segundo de las princesas Beatriz y Eugenia de York, quienes a su vez son primas de los príncipes William y Harry.
Hanna, quien nació en Estados Unidos, pero que pasó gran parte de su vida en Tijuana, México, se comprometió en 2019 con Roper-Curzon, descendiente del barón de Teynham. El padre de Henry, David John Henry, es primo de Sarah Ferguson, exesposa del príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel II.
© CustomEl 17 de febrero de 2020, Hanna se casó con Henry por la vía civil, y meses después, en medio de la pandemia, comenzó con la planeación de su soñada boda religiosa, la cual nunca llegó a suceder, debido a que se separó de su marido, asegurando que había sido víctima de discriminación y amenazas por sus orígenes latinos. Tras 18 meses juntos, Hanna puso fin a su matrimonio y dejó Londres, para regresar a México y ser arropada por los suyos.
