Olivia Rodrigo fue una de las cantantes más aplaudidas en la 64a entrega de los Grammy. La joven de 19 años contaba con siete nominaciones por su disco debut, Sour, de los cuales se llevó tres premios, aunque sólo dos de ellos llegaron completos a casa.
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Todo sucedió cuando Olivia lucía sus tres premios entre brazos en la sala de prensa, una pose que ya es tradición entre los ganadores. Sonriente, feliz y dichosa por el fruto de su esfuerzo, a la también actriz se le resbaló uno de ellos ¡y se rompió!
El gramófono se partió en dos. La mirada de Olivia lo decía todo al igual que las reacciones de sorpresa entre los presentes. Un momento que fue captado por los fotógrafos enfrente de ella.
El accidente nos llevó de vuelta al 2010, cuando Taylor Swift tuvo la misma experiencia al dejar caer por accidente el Grammy a Artista del Año, el primero de tres que ganó en esa categoría y que la convirtió en la primera mujer en obtener esa cifra en los premios.
Mientras que el Grammy roto de Tay-Tay llegó a ser parte de la exhibición en honor a la cantante en el Museo del Grammy, no se sabe si Olivia llevará el suyo a casa, si lo intentará arreglar o si lo dejará así.
La gran noche de Olivia Rodrigo
Desde su paso en la alfombra roja, Olivia nos dejó sorprendidos con un look noventero gracias al vestido largo y ceñido firmado por Vivienne Westwood, en color negro y con detalles rosas brillosos, además de guantes largos y chokers muy al estilo de aquella época. Su actuación en vivo nos llenó de nostalgia por el primer amor al cantar Drivers License con un look de medias de red, botines y un vestido amplio, rosado y más corto por delante.
Además, se convirtió en la envidia de todas las ARMY cuando tuvo una íntima conversación con V, de BTS, al inicio de la presentación de la banda de K-pop. Olivia cerró la noche con los galardones a Mejor Artista Nuevo, Mejor Álbum Vocal de Pop y Mejor Interpretación Vocal Pop Solista, aunque aún no ha revelado cuál fue el que se le cayó.