Este 30 de marzo será recordado por haber marcado un hito histórico en el fútbol femenino. El Barcelona se clasificó a las semifinales de la Liga de Campeones femenina tras imponerse por un 5-2 en el partido de vuelta ante el Real Madrid. Lo hicieron en su propio estadio, el Camp Nou, y frente a unos 91,553 aficionados. De esta manera, batieron el récord mundial de asistencia en un partido competitivo de mujeres.
Hasta entonces, la marca más alta de espectadores en un partido de fútbol femenino la tenía el estadio Rose Bowl de Pasadena cuando unos 90 mil espectadores acudieron a la final del Mundial 1999 entre Estados Unidos y China.
El juego, el primero oficial que el Barça femenino juega con público en el Camp Nou, también superó el récord de asistencia en un encuentro de clubes. Lo tenía el Wanda Metropolitano de Madrid, cuando unos 60 mil aficionados fueron a ver el partido entre el Atlético de Madrid y Barcelona en 2019.
Asimismo, el clásico de este miércoles se convirtió en el partido de la Liga de Campeones femenina con más afluencia, al superar las 50,112 personas que en 2012 acudieron en el Olympiastadion de Múnich, sede de la final de la máxima competición europea entre el Olympique de Lyon y el Frankfurt.
La capitana del equipo triunfante y ganadora del último Balón de Oro, Alexia Putellas, describió el momento como “Mágico”, al jugar frente a una multitud récord de aficionados en el Camp Nou y que se había quedado “sin palabras”.
Asimismo, señaló: “Cuando entramos al estadio con el autobús, vimos las caras de todas esas personas que habían venido a hacer historia. Había muchísima gente, muchísimas niñas. Ha sido un gran día. Lo recordaremos todas nuestras vidas”.