Una de las bodas más esperadas es, sin duda, la de Francisca Lachapel y Francesco Zampogna. Aunque la pareja ya se juró amor eterno frente al mar a finales de 2019, fue una ceremonia bastante íntima que dejó pendiente la gran fiesta que tienen en mente desde entonces. Sin embargo, los planes de la presentadora de Despierta América se han visto comprometidos por diversos motivos, uno de ellos la pandemia, ya que cuando tenían fecha, lugar hora e invitaciones listas para enviar y darse el “sí, acepto” en Italia, todo se vino abajo. Y aunque recién anunciaron que sí habrá boda, los planes de nuevo se vuelven a complicar.
“Van muy mal, atrasadísimos”, dijo con humor en una entrevista con Mezcalent replicada por Univision. Y aunque pueda parecer complicado, la dominicana de 32 años está segura de que sí llegará al altar como tanto lo ha imaginado. “Pero va a salir. No se preocupen que hay boda. ¡La boda va!”, agregó con su carismática sonrisa.
La agenda de la ex Nuestra Belleza Latina ha estado a tope, uno de los detalles por los que no ha avanzado mucho con la organización de ese día de ensueño. “¡Me han pasado muchas cosas en corto tiempo! Como que me metí en muchos líos y no tengo tiempo”, dijo sin poder contener la risa, pero orgullosa de los frutos de su trabajo.
Aún no tiene el vestido
Entre los detalles importantes que faltan para que ella y su esposo cumplan su sueño, falta el traje de novia que podría utilizar ese día. “No tengo vestido. Eso hay que hacerse con tiempo y anticipación. Pero ya lo estoy trabajando”, dijo muy segura.
Y en cuanto a su elección entre un diseño personalizado o un modelo de marca, explicó: “El plan es buscar vestido y a ver si me va. Con la pandemia todo está muy lento para llegar, entonces espero que me alcance el tiempo para pedir un vestido; si no, ahí veré qué me invento el día de la boda”, dijo contenta.
Gennaro y la ilusión de un nuevo bebé
La boda y los proyectos laborales no son lo único que ocupan el tiempo de Francisca. Su hijo, Gennaro, es su prioridad y no descarta la idea de volver a ser mamá en un futuro no muy lejano. “Sí, para salir de eso con tiempo. Lo que Dios quiera, pero sí, rapidito”, explicó. Y es que, como muchísimas mujeres, Francisca no tuvo un embarazo perfecto; a pesar de ello extraña su barriguita. “¡Extraño estar embarazada, es lo máximo!”.
Si llegara a pasar, haría algunos cambios, como evitar subir tantas libras y moverse un poco más. “Ni siquiera comía tan mal, lo que no me ayudó es que estaba tan cansada que me dormía todo el tiempo”, recordó. Con esa experiencia, se obligaría a hacer más ejercicio sin obsesionarse con ello ni poner en riesgo su salud o la del bebé.
Pero mientras llega el momento de agrandar a la familia, Francisca se derrite de amor por su bebé, quien esta semana cumplió ocho meses de nacido. “Yo de verdad que no me lo como porque me quedó sin hijo después... Parece que fue ayer que mi muchachito llegó a este mundo...”, escribió en las redes junto a una linda foto del niño.