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Andy y Samie, padres de Drayke Hardman aún no pueden creer lo que sucede en su familia. La sombra de la tragedia empaña la felicidad que, hasta hace unos días, parecía normal en su hogar. Su hijo tomó una drástica decisión al verse en un túnel sin salida que se construyó en la escuela, en donde el bullying se hacía presente a diario sin dar grandes pistas en casa de los terribles momentos que pasaba. Una mala experiencia para un niño de 12 años que hoy, junto a las desgarradoras imágenes de una familia despidiendo a un ser querido, se convierte en un llamado de sus padres para detener el acoso escolar.
Y es que todo parecía estar en orden en el hogar que Drayke también compartía con sus hermanas. Pero la historia era diferente en las aulas, en donde el chico libraba una batalla en la que él era la víctima. Tan sólo a principios de la semana pasada, llegó a casa con un ojo morado que confirmó había sido el resultado de una pelea con uno de sus compañeros.
El miércoles por la noche, decidió faltar a su práctica de básquetbol, y horas más tarde atentó contra su vida. Fueron sus hermanas quienes lo encontraron y de inmediato fue trasladado al hospital, aunque su estado era grave. Drayke falleció el jueves por la mañana.
“Este es el resultado de la intimidación, mi hijo hermoso estaba peleando una batalla de la que ni siquiera yo podía salvarlo, escribió destrozada la madre del niño. “Es real, es silencioso y no hay absolutamente nada que puedas hacer como padre para quitar este profundo dolor. No hay señales, solo palabras hirientes de otros que finalmente nos robaron a NUESTRO Drayke de este cruel lugar”, continuó.
“Tenía 12 años... ¿Cómo un niño de 12 años que sabía que era muy amado por todos piensa que la vida es tan difícil que necesita salir de ella? Mi corazón está destrozado, no sé cómo arreglarlo, o si alguna vez lo haré, pero pasaré cada minuto enseñando bondad en la memoria de mi persona favorita. Su propósito aquí era enseñar bondad, mostrar amor y lo hizo absolutamente, tomó a cualquiera como amigo para que tuvieran uno. Una vez que estabas en la tribu de Drayke, estabas ahí para siempre”, expresó sobre el menor de sus tres hijos.
Un llamado a detener el bullying
Andy, lleno de ira, logró plasmar sus sentimientos en sus redes sociales, junto a las conmovedoras fotos que removieron en el corazón de desconocidos en todo el mundo la simpatía por él y su familia. “¿Qué haría que un niño de 12 años perdiera tanta esperanza en su corazón... para quitarse la vida? ¡¡¡Una palabra... ACOSO (BULLYING)!!!”, escribió destrozado.
“Mi hijo nunca se casará, nunca será padre. ...Él nunca tendrá un futuro de ningún tipo... ¿Por qué este chico merecía tratar a mi hijo como si no fuera humano?”, agregó entre más preguntas que continuarán en su mente por el resto de su vida. “No tengo las respuestas, pero sé que ¡ESTO TIENE QUE PARAR AHORA!”, aseguró.
