Mery Perelló, el primer y único gran amor de Rafa Nadal

María Francisca Perelló Pascual, conocida por sus seres más queridos como Mery, nació el 7 de julio de 1989. Rafael Nadal Parera llegó al mundo el 3 de junio de 1986 y es casi tres años mayor que ella. Mery estudió en el colegio Pureza de María de Manacor, la misma escuela a la que asistía Maribel, la hermana de Rafa.

Las chicas se hicieron buenas amigas, y el clic entre Rafa y Mery surgió de lo más natural. Empezaron a salir en 2005, época clave para él, quien daba sus primeros pasos en lo alto del tenis. Mery siempre estuvo ahí, a su lado, siempre apoyándolo en los partidos, pero manteniendo un perfil bajo.

De ella poco se sabe, pero llamó la atención desde la primera aparición pública de ambos como pareja, cuando acudieron a la entrega de premios deportivos Siurells de Última Hora. Más tarde ese mismo año, Nadal ganaba su primer Roland Garros en París, y en las gradas estaba la mujer que ama celebrando a lo grande.

Mery, quien antes era conocida como Xisca -diminutivo de Francisca-, tiene una licenciatura en Dirección y Administración de Empresas y Economía tras sus estudios en la Universidad de las Illes Balears. Solía ser muy discreta, sin pavonearse por la identidad de su novio y los logros que obtenía en el mundo entero.

Su apoyo por Nadal ayudaron a que su amistad con Maribel se hiciera mucho más fuerte.

Además de ser el principal pilar de Rafa Nadal, Mery tiene intereses propios. Actualmente es la responsable de los proyectos de integración social de la Fundación Rafa Nadal.

Rafa, un hombre de familia que espera pronto ampliar la suya, le hizo la gran pregunta a su novia en 2018. Con la privacidad por delante, no revelaron cómo fue ese “romántico momento” durante un viaje a Roma, en el que ella dijo que sí.

La pareja puso el broche de oro a su noviazgo de 14 años para convertirse en marido y mujer. En octubre de 2019, se dieron el “sí, acepto” en una boda celebrada por todo lo alto en la Fortaleza de Albercutx de Pollença, en Mallorca, en la que además de los 250 invitados, destacaba la discreción, con un hermetismo total para evitar que se filtraran fotos de su día especial. Tanto que los celulares estuvieron restringidos entre los asistentes.

Entre los invitados destacaron figuras importantes del tenis como David Ferrer, Feliciano López o Carlos Moya. Nadal tuvo en su boda a un par d invitados de la realeza, los reyes eméritos, Don Juan Carlos y Doña Sofía, con quienes el tenista guarda una estrecha amistad.

Conscientes de la curiosidad de sus seguidores, la pareja hizo públicas un par de fotos de su boda a través de las redes de la fundación. Mery lucía un vestido hecho a la medida firmado por Rosa Clará, con detalles de encaje y manga larga.

Nadal no se resistió en compartir la hermosa vista que tenía el día de su boda, sin dar más detalles al respecto. Juguetón, publicó la foto del atardecer con un emoji guiñando un ojo y sonriendo con la lengua de fuera. A pesar de ello, sus seguidores se volcaron en mensajes de felicitación.

Actualmente viven en Porto Cristo, Manacor, en un hermoso chalet que podría estar valorado en más de cinco millones de dólares. Un hogar que Nadal compró en 2013 y cuenta con habitaciones con chimenea, tres salones y un acceso privado al mar.

Tras la boda, la pareja se mantiene lejos de los focos cuando no están cerca de la cancha de tenis. De pronto se les puede ver disfrutar del tiempo libre en Mallorca, París o cualquier otro lugar del mundo. En cuanto a hijos, el tenista de 35 años y su esposa de 33 podrían haber pensado en la posibilidad de ampliar la familia, y aunque han estado En medio de rumores de embarazo, ellos no niegan ni confirman nada.

“Es algo que probablemente pase en el futuro porque los dos lo queremos”, asegura él en varias entrevistas en donde les hacen la insistente pregunta. “Nosotros tenemos clara nuestra hoja de ruta y, cuando venga, vendrá”, aseguró en una charla para El Periódico de Cataluña, durante 2020.