A poco más de un año de su sorpresiva salida de Telemundo, María Celeste Arrarás sigue siendo un gran referente de la comunicación en habla hispana de Estados Unidos y su contacto con el público se mantiene intacto. La periodista puertorriqueña llega a sus seguidores por diferentes plataformas tales como CNN, las redes sociales y su columna de opinión “Así lo veo... Reflexiones de María Celeste”, en la cual comparte una serie de experiencias vividas a lo largo de sus más de 20 años de carrera.
Y es que, en su más reciente publicación MAC reveló cómo fue el proceso que vivió para renunciar a Univision y unirse a la competencia: Telemundo. En una acto sincero, la también escritora se animó a dar detalles de su tan sonada transición en 2002.
“Como periodista es fundamental ser discreto, proteger fuentes y saber guardar ciertas informaciones. Tengo ese entrenamiento. En adición a eso, me tocó aprender la importancia de guardar secretos muy temprano en la vida... gracias a una metida de pata”, señal en las primeras líneas del artículo.
Y continúa: “En el 2002, decidí no renovar mi contrato con Univisión, la cadena para la que había trabajado por tantos años, y comencé a negociar con su rival, Telemundo. Por razones estratégicas, nadie podía saber que estábamos considerando lanzar un nuevo programa que no solo competiría directamente con mi antiguo show, sino que también reemplazaría el programa que Telemundo tenía en ese mismo horario”.
“No queríamos alertar a Univisión para no darle tiempo a reaccionar y, además, queríamos asegurarnos de que la transición interna en Telemundo fuera lo menos complicada posible”, agregó la puertorriqueña de 61 años.
Como parte de su estrategia, decidió hacerse de un apelativo para no levantar sospechas durante sus negociaciones clandestinas con los ejecutivos de la reconocida cadena, la cual la despidió en 2020.
“Para mantener la confidencialidad, los dos ejecutivos me dieron un nombre secreto: Diane. Ellos les decían a sus jefes de la cadena NBC que yo era la Diane Sawyer de la televisión hispana y que contratarme sería un gran acierto, equivalente a que NBC se llevara a esa famosa periodista de la cadena ABC. Los ejecutivos de Telemundo estaban impresionados con lo discreta que yo era“, expresó.
Su plan funciónó a la perfección y todo se dio de la manera en que ella lo esperaba. “El 10 de abril de 2002 hicimos el anuncio oficial en un lujoso hotel de Miami, en un salón lleno de periodistas de todo Estados Unidos y Latinoamérica“, añadió.
Arrarás cerró la increíble anécdota con una reflexión: “Guardar en secreto nuestros más íntimos sueños no garantiza que se harán realidad. Pero sin duda, aumenta la posibilidad de que logren materializarse”.