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Para Thalía no hay fechas más especiales que las de los cumpleaños de sus seres queridos, como el de su abuelita doña Eva Mange, quien cumplió 104 años de vida. La cantante le deseó lo mejor a su querida abuela y a través de una videollamada le cantó las tradicionales Mañanitas. Pese a la distancia, Thalía no quizo que este día pasara desapercibido y celebró a su abuela junto a su media hermana, la actriz Laura Zapata. De hecho, doña Eva está actualmente al cuidado de Zapata.
© @thaliaEn su perfil de Instagram, la intérprete de Amor a la mexicana compartió una captura de pantalla del momento de la videollamada y le dedicó unas dulces palabras. “Estas son las mañanitas que cantaba el Rey David! 104 años de vida! Te celebro y te amo abuela mía🙏🏼 Feliz cumpleaños! 🎁 Aquí las dos nietas cantándole las mañanitas agarradas de su mano 🥰❤️🎂”.
© @thaliaPor su parte, su media hermana, Laura Zapata reveló cómo festejó en su casa a doña Eva. Frente a las cámaras de varios medios de comunicación como Hoy (Las Estrellas), la actriz de telenovelas reveló que para la ocasión “pusieron muy guapa” a su abuela, a quien le realizaron manicura y pedicura.
© @laurazapataoficial“Nosotros, en familia, tenemos la tradición de que a las 12 de la noche cantamos Las Mañanitas con un pastel”, dijo la también actriz de teatro. Sobre su media hermana, indicó —en tono de broma— que no había mandado flores, ni pastel, pero que sí le llamó a doña Eva. “Thalía ya habló por teléfono, no ha mandado pastel, ni flores, ni regalo (risas). Le cantó Las Mañanitas, le dijo que se veía muy bonita... haciéndose presente de alguna manera telefónicamente”.
Sobre la salud de doña Eva
En cuanto a la salud de doña Eva, Laura Zapata refirió que ya se encuenta muy bien y reveló algunos detalles de las heridas que la aquejaron hace un año, cuando Zapata la rescató de los malos tratos y descuidos de los que su abuelita fue víctima en un asilo, cerca de la Ciudad de México.
“Todas estas heridas que tenía mi abuela, que si yo no hubiera ido a su cumpleaños 103, me la hubieran entregado, estoy segura, incinerada en una caja”, indicó. “Dios me llevó (al aislo) para salvarla y ella es una mujer valiente. Entonces hemos luchado durante todo un año con esto y aquí está mi abuela”. Zapata agregó: “Ha logrado que, de las heridas que tenía con 11 cm de profundidad ya solamente le queda una herida. Una herida que nos ha costado sandre, sudro y lágrimas, porque he llorado muchísimo”.
