Para María Celeste Arrarás , las fiestas navideñas no son del todo un motivo de festejo, ya que le recuerdan los amargos momentos que vivió cuando su esposo la dejó. En su columna Así lo veo... Reflexiones de María Celeste, la periodista de origen puertorriqueño habló como nunca del día en que el padre de sus hijos de sus hijos la abandonó. Arrarás contó que él la dejó en Navidad por otra mujer, y que en Año Nuevo él regresó... pero no como ella esperaba.
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La conductora de CNN en Español empezó su columna hablando de las razones por las cuales no le gusta celebrar el fin de año. “Podría decirles como excusa que ese último día del año me recuerda cuando el padre de mis hijos me dejó en plena Navidad por otra mujer y regresó a casa el 31 de diciembre”. La experimentada periodista continuó así con su desgarrador testimonio: “Bueno, en realidad yo pensé que regresaba arrepentido cuando lo vi entrar por la puerta pero pronto dejó claro que solo había venido de pasada a buscar calzoncillos porque esa noche iba de fiesta con ella”.
La también autora, dijo que esa noche se fue a la cama con sus hijos y que fue tan tirste, que aún le duelen esas memorias. “Fue una despedida de año negra, pero encontré confort metiendo a mis tres hijos a mi cama, que para ese entonces todos usaban pañales…¡y hasta mis perros acabaron acurrucados con nosotros! Apague las luces y mi cuarto solo quedó iluminado por la pantalla del televisor. Así vi caer la bola de Times Square”.
Arrarás indicó que pese al doloroso recuerdo, esa no sería precisamente la razón por la que no le gusta festejar fin de año, sino que desde hace tiempo, a ella no le gusta celebrar porque le causa melancolía. “Yo, que me considero la más optimista de las optimistas, ese día sólo pienso en el pasado, en las personas queridas que ya no están entre nosotros, en amores que no pudieron ser, en épocas que fueron y ya no son”, agregó.
Como era de esperarse, las fiestas de la temporada no son lo suyo, pero no por ello no tiene gratos recuerdos. Como en 2018, cuando viajó a Dubái para festejar el Año Nuevo con su hijo Adrián Vadim y dos de sus mejores amigos.
Una tradición que perdura
Eso sí, como tradición de Año Nuevo y para arrancar con el ‘pie derecho’, la comunicadora tiene la costumbre de vestirse de color amarillo. “Cada primero de enero me levanto temprano al pie del cañón y salgo corriendo a ponerme cualquier prenda de vestir de color amarillo. Mi fallecida abuela Teté decía que el amarillo es el color para atraer la buena suerte en el año que comienza. ¡Y ese comienzo sí lo celebro por todo lo alto!”.