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Tras la irreparable pérdida de Vicente Fernández, la familia del Charro de Huentitán se ha unido como nunca. Juntos comparten la tristeza de haber despedido al patriarca días antes de Navidad, un vacío que no se llenará con nada y que ha dejado, además, un profundo dolor en el corazón de la mujer que fuera el amor de su vida, doña Cuquita. La mujer que lo conoció desde que eran niños, hoy preocupa a sus hijos por su salud, y es que además del luto que ha causad estragos en ella, padece una enfermedad gastrointestinal de la que habló su propio médico.
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Doña Cuquita ha tenido algunos problemas con el aparato digestivo, asó lo expresó Gabriel Galván, su gastroenterólogo, a Al Rojo Vivo. Pero la señora no se encuentra sola, sus hijos, en especial Alejandra, están muy al pendiente de ella y de que todo esté en orden con su salud.
“Alejandra la trae cortita. Cuquita es muy de ‘estoy bien’ porque es bien fuerte, pero de verdad que sí le batalla poquito con su aparato digestivo”, reveló el especialista. Cabe recordar que hace casi cinco meses, cuando don Vicente Fernández ingresó de emergencia al hospital luego de una caída, ella también requirió atención médica y pasó por l quirófano para que le retiraran una hernia del vientre. La operación fue exitosa y le permitió regresar al lado de su esposo, quien por días mostraba mejoras, hasta que su condición se agravó y, finalmente, falleció el 12 de diciembre.
El deseo de doña Cuquita
Haber perdido al amor de su vida fue un golpe fuerte para el corazón de la mujer, y aunque sus hijos la apoyan para hacer de estos días algo más llevadero, ella se hace dura con tal de llevar el duelo a su manera. Y es que en su corazón no habrá nadie más que ocupe el lugar de su esposo, por lo que quiere estar cerca de él hasta el final y no mudarse del rancho.
Cuquita estuvo viviendo en un departamento cercano al hospital en donde estuvo internado Vicente Fernández, que también ayudaría si es que ella se llega a sentir mal. Y aunque sus hijos insistieron en que permaneciera ahí, ella decidió regresar al rancho Los Tres Potrillos, en donde descansan los restos de su amado.